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Baekhyun estaba mirándola televisión mientras veía como JongHyun contaba su dinero, lo estaba mirando de reojo, menos más lo había dejado ahí apenas había llegado a casa y JongHyun no pareció sospechar nada, cuando terminó cerrando de nuevo esa caja y escondiéndola en los gabinetes de su vieja cocina, mientras Baekhyun aclaraba su garganta y regresaba la mirada al frente, hacía donde estaba la televisión y JongHyun solo suspiró cansado, no dijo nada, pero tampoco parecía enojado cuando le sonrió y Baekhyun solo abrió mucho sus ojos, estaba aterrado.

-¿Hiciste algo anoche?- preguntó y Baekhyun negó, señalando la televisión, dando a entender que eso había sido todo lo que hizo el día anterior –Me alegra que no hayas ido casino, de verdad, podrás hacerlo mejor cada vez, ¿de acuerdo? Te voy a ayudar con esa adicción.- Baekhyun sonrió todavía, porque aún se sentía culpable de lo sucedido el día anterior, así que pensó que no tenía derecho a ponerse temperamental, así que solo se había quedado callado mientras veía alrededor y no dijo nada, ni cuando JongHyun lo mató y terminó despidiéndose de él porque iba a ir a trabajar, Baekhyun tenía que hacer lo mismo pronto, así que solo se había terminado levantando cuando sintió que era demasiado tarde, poniéndose su uniforme y peinando a medias su cabello.

Trabajaba en una fábrica de comida congelada, donde las empaquetaban y demás, Baekhyun era uno de los tantos que estaban ahí, con su gorra verde que evitaba que su cabello, terminará en alguno de esos paquetes, junto con una red, además de que llevaba un cubre bocas verde a juego con su roja y su delantal, no había mucho que hacer, solo había que estar de pie cerrando paquetes y empujarlos a los demás para que les pusieran las etiquetas y era uno de los más jóvenes empleados ahí y era claro, no había ido a universidad y solo busco un trabajo, como era rápido, no lo despedían, pero había cambiado de compañeros muchas veces en poco tiempo, porque eran personas más grandes que tardaban más, pero en sí, no era un buen trabajo, las condiciones eran malas, la paga era pésima y sus jefes solo iban a gritarles, pero Baek tampoco creía que iba a morir oliendo a puré de papa congelado y Baekhyun no había podido evitar recordar la vida que le habían mostrado la noche anterior.

Los autos de lujo, los privilegios, la seguridad, la bebida, la comida, era impresionante, Chanyeol tenía muchas cosas impresionantes, que podrían darle a quién sea, una buena vida, así que Baekhyun no podía dejar de pensar en eso mientras se preguntaba porque no había podido tener una vida como esa, aunque, bueno, en realidad la había tenido por un breve momento, por una noche y al recordar eso, Baekhyun termino tragando saliva mientras respiraba más pesado, tuvo que dejar su puesto un momento para poder salir corriendo al baño, hasta donde pudo comenzar a respirar de manera menos pesada y solo si cerraba sus ojos recordaba todo, la boca de Yeol chocando contra la suya, con sus manos tatuadas recorriéndolo por completo, termino sintiéndose muy excitado mientras estaba sentado en la taza del baño, entonces solo había tocado su rostro mientras sentía más y más calor, de verdad lo necesitaba, había olvidado lo mucho que le gustaba no estar en esas instancias.

-¿Qué hago ahora?- preguntó Baekhyun, maldiciendo mientras se ponía de pie para volver al trabajo, pero al terminar el día, entonces habían terminado formándose como siempre para recibir su pago, era tedioso pero era lo que había que hacer para recibir la paga, había terminado sonriendo cuando recibió su paga en la taquilla y sonrió cuando abrió el sobre, aunque la sonrisa, se volvió una mueca de horror, en especial cuando vio solo tres billetes ahí, sin mucho valor, así que había terminado metiéndose en la fila de nuevo, recibiendo insultos y demás, pero no los escuchó para poder hablar con el hombre que daba los sueldos, que apenas lo miró, le señaló que se fuera de ahí.

-Muévete de la fila, Byun, ya se te pago.-

-No, no, no, mire solo me dio tres billetes, esto no es ni la mitad.- el hombre rodó los ojos completamente fastidiado. –Necesito todo mi sueldo, tengo muchas deudas.-

El placer de ser desafortunadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora