De Tus Órbitas en el Agua [Denji x Power]

3: Miércoles, mentalidad, inmaculación

     Para Denji fue complicado obligarse a llorar. Se forzó hasta que casi se le salieron los ojos. Trató de sacar algo de lo que sentía, pero era más que imposible ponerlo fuera de sí mismo.
     Si hubiera sido comida, tal vez hubiera tratado de prepararla con algo de ayuda.
     Si hubiera sido un libro, hubiera preguntado qué decía.
     Si hubiera sido otra persona, tal vez se habría acercado a conocerse.

     De cualquier forma, siempre iba a necesitar de alguien más.
     Estaba acostumbrado a la ayuda después de varias semanas. No tenía nada más que preguntar si existía una posibilidad, muy pequeña pero absoluta de hacer algo al respecto consigo mismo. 
     Ignorante o no, simple e infantil, Denji no logró llorar.
     Se sintió peor, pues le pareció creer que era otra cosa más que no sabía hacer por mérito propio como los demás. 

     Esa mañana, lo primero que vio fue a Power.
     Estaba tirada sobre la silla, con los pies sobre la mesa. Denji depositó una pequeña flor; porque lo vio en una película, le dijo.
     Trataba de disculparse con sinceridad.

     —¿Película? —Power soltó una carcajada. Ya no se parecía a la de las dos noches pasadas, sino que era más como ella. Más inventada y surreal; la Power usual—. ¿Vas a exhumar las cosas así?

     —Trato. Es un intento. ¿Lo aceptas?

     Power subió la mirada hasta Denji. Le recorrió la cara.
     Una mentirosa sabía hasta donde iba a llegar un mentiroso. Solo le vio los labios entreabiertos y supo que era verdad.
     Fue cuidando más su postura, hasta quedar sentada.

     —¿Qué tratas de hacer?

     —Tratarte como una persona. Tú me tratas más como un demonio porque eso soy para ti, soy tu igual. Pero yo veo en ti una parte humana, así que quiero tratarte como un humano. Me dijiste que no tengo decencia... Así que quiero... —llevó la vista al suelo, mirando sus zapatos. Estaba nervioso. Se le tensaron los brazos—. No quiero perder mi parte humana, Power. Quiero fabricar las cosas que no entiendo; aprenderlas.

     Power tomó la flor entre sus dedos, desde el tallo.
     Le dio vueltas.
     —Humana... ¿Te parece que soy humana?

     —No he dicho que me lo parezcas, sino que tienes una parte humana que vi en ti ese día. Yo la noté. Y quiero que no la pierdas tampoco.

     —¿Me vas a decir que tienes toda la motivación como para tratarme como una persona?

     —Motivación... Sí... No —asintió y después negó—. Solo sé que estoy siendo sincero contigo y no sé qué estoy diciendo. Estoy tratando de hacerlo lo mejor que puedo. ¿Comprendes? Si no te interesa que lo intente, entonces la discusión de anoche estuvo de más y... 

     Power se levantó, dejó caer la florecilla sobre la mesa.
     —Vamos afuera, tenemos que hablar.

     Salieron al patio, se quedaron mirando la calle principal. La explanada de concreto, los arbustos que formaban el camino, los postes, a las personas.
     Denji se aflojó la corbata por la presión. Algo en el cuello le pulsaba, la cabeza le estaba quemando. ¿Lo había hecho bien o no? ¿Había acertado?
      Power se tronó los dedos.

     —¿Qué te sucede? Porque si te soy sincera... Desde el lunes no sé qué mierda te está pasando. Has actuado muy raro, y no estás poniendo los pies sobre la tierra.

     —Estoy preocupado porque no entiendo algo que me está sucediendo.

    —¿Y por qué tengo que ser yo la que esté dentro de tu preocupación?

     —Porque fuiste tú con la que comenzó todo. Y tal vez mis metas no son las más claras justo ahora, pero desde que te conozco sé que hay algo que estoy aprendiendo de ti. Y tengo que mejorar lo que sea que me haga falta... Y justo ahora me está haciendo falta mi lado más humano. No creo que lo entiendas.

     —Lo entiendo —ella asintió—. Tienes una determinación... Estás aprendiendo de Aki.

     Denji se sonrojó.
     —S-Sí... Supongo.

     —Entonces sí, estás creciendo... Y sigue así, porque creo que estás causando algo —Power juntó los dedos de las manos, tratando de pensar cómo decir lo que estaba pensando y sintiendo. ¿Cómo conocer más su lado humano?—. Estás causando... 

     A su manera comprendieron algo al mismo tiempo.
     Denji observó el rostro contraído de Power, rumiante y concentrado. Su mirada se volvía transparente y fina, descifrable. Estaba causando algo: fragilidad.
     Power suspiró y desvió la mirada. Soltó el aire en un soplido sonoro.

     —Esto es extraño.

     —Es tu lado humano, Power... ¡Vamos! Estás siendo otra tú en este momento...

     —¿Me estás pidiendo esto con buenas intenciones? ¿Me éstas pidiendo todo esto con sinceridad y total seguridad de lo que crees que quieres? —Power se acercó hasta Denji. Estaban frente a frente. Él asintió, con una leve sonrisa complacida. Ella volvió a tener la misma mirada que en el auto; una de análisis felino—. ¿Puedo preguntarte una cosa?

     —Sí. 

     —¿Está bien que esto se sienta como demasiado?

     —Le preguntas a la persona menos indicada. Pero si tú lo sientes así, y yo también, significa que debemos estar en lo correcto. Estamos bien.

     Power entreabrió los labios para hablar. Atrapó el aire entre sus dientes, lo saboreó. Sintió las palabras. Se las tragó todas. Le cayeron al estómago y causaron escalofríos.
     Clavó la cabeza en el hombro de Denji. Ninguno se aferró al cuerpo del otro.
     No era necesario.

...