6: Sábado, deseo, ambientación

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     Gotas.

     La cara se le llenó de chispas diminutas de agua que le despertaron del sueño. Se removió enredado en las sábanas sobre el colchón, incómodo y asustado por la impresión directa del agua contra sí.
     Sintió la presencia de alguien más junto a él; sabía y reconocía el calor de quien estaba ahí. La sensación dio un piquete en la boca del estómago; se le abrieron las fosas nasales para respirar un poco más.

     —Bú.

     Power.

     —¿Te asusté?

     Denji sintió un mareo cuando trató de incorporarse sobre la cama. Le picaba el cabello entre los ojos. Lo único que notaba de Power eran sus pupilas brillantes como rubíes.
     Destelleaban; parecían de diamantina. 
     Dos estrellas hermanas.
     Estiró las piernas; inhaló una bocanada de aire.

     —¿Qué?

     —¿Te asusté sí o no? Solo quiero saber.

     Denji se secó el rostro con la camisa. 
     La mirada de Power seguía alzada; no sé movió ni un milímetro de su lugar.

     —¿Por qué carajo me mojaste la cara... ? —le salió la voz muy ronca, adormilada. Power miró hacia el suelo. Estaba pensando.

     —Me lavé las manos. Vi tu habitación abierta y quise pasar.

     —Nunca dejo la puerta de mi habitación abierta.

     —Nyako la abrió.

     —Tu gata no es tan lista.

     —Yo la abrí.

     Denji hizo silencio. Escuchó el frufrú de las mantas contra su cuerpo, y luego, los delicados movimientos de Power removiéndose en el suelo junto a él.
     Su piel rechinó contra la madera.
     Sonó como cuero rompiéndose.

     —¿Qué haces aquí? ¿Viniste por algo?

     —Solo quise pasar a saludar y a... Conversar contigo. ¿Es acaso algo malo? De cualquier manera, mañana no iremos a la oficina...

     Denji asintió. Power no pudo verlo.
     —Has elegido un momento un poco incómodo para conversar, ¿lo sabes?

     —¿Estabas emulando aparearte con tu mano, bellaco?

     Denji la golpeó con la almohada. Justo en la cabeza. La funda se quedó atorada entre sus dos prominentes cuernos rojos.
     —¡Idiota, deja de moverte!

     —¡Quítame esa mierda de encima! ¿¡Por qué se atoró!?

     Power ladeó la cabeza, el cuerpo de Denji chocó contra su mejilla. La tela se resbaló por encima de su piel. Fue un roce tan ligero y sutil que le hizo una cosquilla casi llegando a la oreja.
     —Déjame ver... —dijo Denji, con ella pegada a su pecho. Power trató de escuchar más. Su voz sonaba diferente. Era más penetrante.

     Aleteó las pestañas, cómoda. Denji era muy cuidadoso; no quería lastimarla.
Trató de comprender por qué le gustaba estar ahí. La respiración de él le causó hormigueos en la frente.
     Quiso suspirar. Todo estaba demasiado cerca. 

     Bajó la cabeza de golpe y se soltó del agarre.
     —Eres demasiado lento y tonto, ¿sabes? Podría haberme empujado y me habría librado de ésa cosa.

     Denji tiró la almohada detrás de él.
     —Al menos estoy siendo amable —respondió con lentitud—. Si sabías cómo zafarte, ¿por qué te quedaste ahí conmigo?

De Tus Órbitas en el Agua [Denji x Power]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora