Entre Mundos || Rubegetta

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Se levantó.

Le dolía fuertemente la espalda, pues se había quedado dormido bajo un árbol, no fue la mejor idea, pero estaba muy cansado como para llegar a su casa. El lado positivo era que ya había recuperado un poco de su energía.

- Vaya, no creí que Triple 7 durmiera en el día - Una voz conocida lo sacó del trance, un poco asustado.
- ¿No nos vemos en meses y así me recibes? - Rió.

- Hola, Willy, tanto tiempo - Chocaron las manos en señal de saludo.

- Lo mismo digo, Veg - Ambos se sentaron bajo el pie del árbol.
- He escuchado que has estado de Romeo últimamente - Aquello desconcertó al chico de ojos violetas. ¿De Romeo? ¿Qué significaba eso?

Quedó pensativo unos segundos, mirando a la nada.

- Ya sabes, dicen que has estado pasando mucho tiempo con un chico, por varios pueblos - Los dos sabían de donde venían esos "decían". Venían de rumores, rumores negativos, pero el chico no lo decía con esa intención, y el contrario lo sabía, por eso no se enojaba.

Suspiró una vez entendió.
- Solo es un tontito al que le estoy mostrando el mundo - Sonrió.

Su compañero lo miró confundido.
- Si, pero ni siquiera conmigo, tu mejor amigo desde hace 3 años, han aparecido ese tipo de rumores, y si no aparecían cuando nosotros hablabamos normal, con él debe ser diferente - Continuó, tratando de sacarle información a su amigo.
- Cuéntame, ¿cómo es? -

Samuel lo pensó por unos segundos.
- Es valiente, pero muy torpe y distraído, no le gusta la carne, pues ama a los animales, es humilde y ama las flores y la naturaleza, es muy alto, y tiene un pelo castaño muy suave y brillante, y sus ojos son tan verdes como un prado - Y sin darse cuenta, terminó contando todo lo que sabía sobre él, ensimismado en la imagen y recuerdo del chico que aparecía por su cabeza.

Willy escuchó cada palabra atentamente, mientras su sonrisa desaparecía poco a poco.

Una vez terminó de dar la explicación, se tapó la boca sorprendido. ¿Cómo había dicho todo eso? ¿Tanto lo recordaba? ¿Por qué, a pesar de haber terminado, el muchacho seguía apareciendo por su cabeza? No podía ser otra cosa que amistad, ¿no? Es lo que los amigos hacen, ¿verdad?

- Así que los rumores son verdad - Su expresión era ahora seria, confundiendo levemente al contrario.
- Y no es cualquier persona, más encima - Susurró en un tono más bajo.

- Si, y su nombre es-

- Rubén - Interrumpió.

Samuel lo miró confundido y sorprendido ¿acaso lo conocía?
- Willy, ¿Lo cono-

- No, mierda, ¡Rubén! - Se levantó bruscamente y corrió colina abajo.

Lo siguió sin dudar, el comportamiento de su único primer amigo era muy extraño.
Y ahí pudo ver porqué.
El chico al cual describió a la perfección estaba ahí, completamente empapado, con algunos rasjuños recientes y respirando de manera cortada. Había corrido mucho.

El castaño fijó su vista en el albino primero.
Se arrodilló instantáneamente.

- ¿Doblas? - No podía con tantos comportamientos confusos.

Subió la mirada.
- Samuel - De sus ojos corrían las lágrimas.

- Rubén - La voz del albino era autoritaria y de completo enojo.
- ¿Qué haces aquí? -

Agachó su cabeza y puso ambas manos en el suelo.
- Hermano Willy, lamento mi intromisión, pero esto es una emergencia, necesito hablar con el humano - Contrario al chico de ojos rasgados, su voz era de súplica y arrepentimiento.
Luego de pensarlo unos largos segundos, cedió ante el deseo del joven.

Agarró la mano del azabache, y lo guió lejos del mayor, lo suficiente como para que no escuchara su conversación.

- ¿Piensas explicarme que está pasando? - No le encontraba el sentido a todo lo que acababa de ocurrir.

Y Rubius no encontraba las palabras para explicarle.
- Verás, tu... Eh... Yo... - Se enojó con él mismo. ¿Era tan débil como para no explicar lo que quería decir? Era ridículo.
Suspiró pesadamente.
- No nos podremos volver a ver - Lo soltó todo de corrido.

Samuel se quedó atónito. ¿A qué se refería?
- Doblas, n-no te entiendo - Claramente estaba nervioso. Era su primer amigo que conseguía hacer por su cuenta, la única persona, después de ella, que en verdad amó sus ojos, ¿es que acaso ya no lo hacía más?

Una explosión los alertó a todos. Willy y Rubius cayeron el cuenta rápidamente de lo que sucedía.
El albino salió disparado hacia el bosque.

Rubius lo iba a hacer, pero fue detenido por una mano, sobre su brazo.
- No te iras hasta que me lo expliques bien - Intentaba aparentar una voz confiada, pero eso no lo creía ni él.

Mientras, el castaño estaba al punto de un ataque de nervios.

En un abrir y cerrar de ojos, tenía ambas manos del oji verde sobre su cabeza, seguido de sus labios.

Un corto y tierno beso, muy corto, para ser precisos.

Se separó rápidamente.
- Lo lamento, de verdad... - Y corrió hacia el bosque.

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¡Solo unos capítulos para terminar!

Lamento si es que el beso se ve muy forzado, pero es que en verdad fue así, por arte de magia, fue lo primero que se le ocurrió para distraerlo.

Espero les haya gustado lo de hoy...

Sin nada más que decir...

¡Nos leemos en el próximo capítulo! 🐻💚🐺

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