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Sus sentidos estaban al límite.
Corría sin fijarse a quien o qué se cruzara, no, sólo quería llegar rápidamente.
Agradecía tener una enorme resistencia y una gran velocidad, pues de lo contrario, aquel recorrido se le hubiese hecho imposible.

El chico de al frente de él corría a la misma velocidad, con un silencio inquebrantable. No había dicho nada desde que empezó a correr.
Se sentía desepcionado, ambos lo hacían, el castaño, ya que lamentaba no haberle hecho caso a sus superiores en un primer momento, y el albino, por la acción del muchacho, y el hecho de que no se había dado cuenta antes de esta.

El calor y nubes negras alertaron a ambos de sobremanera.

- Rubius - En un tono firme habló. El mencionado sabía que no decía simplemente su nombre, si no que era una orden. Asintió.

Los chicos dejaron de correr.

Golpeó de manera fuerte el piso, con el pie derecho, seguido del izquierdo, y movió los brazos, como si fuera una preparación de algún tipo de arte marcial, pero más refinada, firme, y sin propósitos de pelear.
Sin previo aviso, la tierra empezó a temblar. Primero suave, y luego muy fuerte. La tierra se elevó en el momento en el que Rubius cerró la mano, junto a ellos dos sobre esta, para después salir disparado hacia el bosque, mientras que el castaño seguía con sus movimientos, que asemejaban un tosco baile.

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Todo era un desastre.
El bosque estaba prácticamente en llamas, no veían ningún culpable, pero no siguieron buscando, su prioridad era salvar el bosque, sus habitantes, y el gran árbol.

Una vez entraron, vieron que el fuego llegó incluso a esa parte del bosque.
Animales y criaturas corrían en pánico.

Una figura se posó en el medio.
- Todos, calmense - Su voz era segura y completamente firme, haciendo que todos fijarán su atención en él.
- Muy bien, Alexby, ve con Quackity y Mangel, junto a tus soldados, a evacuar a todos, una vez terminen regresen, aquí le daré más órdenes - Alexby se paró erguido, agarró su lanza y, en compañía de los mencionados, empezaron a acatar la orden.
- Auron, acompañalos, evita bajo cualquier manera, junto a tus poderes, de que el fuego se interponga en la evacuación - Salió corriendo detrás de ellos, después de dar una afirmación positiva.
- Juan y Lolito, vayan a buscar animales o criaturas que estén atrapadas en el fuego, tengan mucho cuidado, y llevenlos junto a los médicos - Afirmaron con la cabeza, y con un "a la orden", y salieron para cumplirla.
- Perfecto, Staxx, ve a avisar a Sapo Peta de la situación - Se puso su casco y se encaminó a toda velocidad hacia el hogar del mencionado.
- Akira, Mónica, y chicas, vayan a hacer guardia, no dejen que nadie entre. Protejan el bosque - Gritos sonaron, dispuestas a cumplir su tarea.
- Yo iré al lago, a tratar de apagar el fuego - Y dicho y hecho, corrió hacia el gran estanque, pero un grito lo detuvo.

- ¡Señor! ¡Tenemos más ayuda! - Fue una de las chicas de Akira.

Willy y Rubius aparecieron, tratando de controlar sus respiraciones, sobre todo Rubius.

- Excelente, Willy, ve a apagar el fuego que intenta acercarse al gran árbol - Iba a segur hablando, pero fue interrumpido por un nuevo grito que alertaba a un intruso.

Mónica llegó arrastrando a un joven chico de cabellera azabache, y ojos...

- Violeta... - Akira no podía contener su respiración.

- Un humano apareció en la frontera - Miró acusatoriamente a los dos que habían llegado antes.

El joven miraba todo atónito, sin poder hablar, fijando toda su atención a la hermosa chica de cabello rubio y ojos morados oscuros.

Entre Mundos || RubegettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora