𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓 𝒆𝒏𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐.

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Narra T/N;
Me encontraba en el bosque junto con mis compañeros recogiendo cuerpos de algunos cazadores ya sin vida, pues recientemente hubo una pelea entre una de las lunas demoniacas y cazadores.

-"¡T/N! ¡Por acá hay más cuerpos! ¿Podrías ayudarme?" -una voz masculina llamaba a una chica, parecía que le tocó el trabajo difícil-
-"¡Ya voy!" -la mencionada se apresuró a envolver unos cuerpos en una manta blanca para después ir hacia donde le era requerida-
-"Gracias por venir T/N, realmente necesitaba tu ayuda." -el chico sonrió aunque no se notaba pues llevaba la cara tapada, como parte del uniforme de los kakushis-
-"No me agradezcas, igual este es nuestro trabajo." -la chica sin expresión alguna ayudó a aquel joven a recoger los pocos cuerpos que habían quedado en ese lado-
-"Parece que no todos están muertos como se creía, estos dos todavía tienen pulso." -la chica mostró una expresión de sorpresa, y señaló a dos cazadores que aún conservaban pulso y calor en sus cuerpos-
-"Interesante, no me había dado la tarea de revisar su pulso" -el joven sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.-
-"¿ENSERIO NO REVISABAS LOS CUERPOS? ¡AUNQUE DIGAN QUE ESTÉN MUERTOS ES UNA ORDEN REVISARLOS! ¡SHINOBU-SAN LO DIJO!" -la chica se exaltó, ahora ya no tenía idea de cuántos más vivos había ya envueltos en las mantas que probablemente tenían un destino directo al cementerio-

El chico estaba en problemas, cuando T/N está alterada es un caos, y si la menor de las Kochō se entera de esto, su funeral estaría pronto a llegar.

Y así, tuvieron que volver a revisar cuerpo por cuerpo, alargando esa tarea que les habían dejado, los demás kakushis estaban molestos con aquel joven tan imprudente.

-"No puedo creer que estés tan tonto, Yoshio" -la chica decía mientras tomaba un sorbo de su té, ya habían acabado y se encontraban en un restaurante de un pueblo, tenían unos momentos libres-
-"Lo siento T/N, no lo vi tan necesario..."
-"Pues ahora lo sabes, es de ley." -la chica estaba molesta aún, pues su tarea se alargó por la culpa de él.

Ambos jóvenes se encontraban comiendo en aquel restaurante, cuando de repente escucharon unos gritos a lo lejos, T/N fue la primera en presenciar que se trataba de una "pelea" y salió para ver qué sucedía.

-"¡TÚ LO QUEBRASTE! ¡Eres un maldito mal agradecido!" -una pareja de señores sacó a patadas a un muchacho.-
-"¡Que no fui yo! ¡Lo juro!" -el muchacho se encontraba rogando porque estos les creyeran, mientras limpiaba la sangre de su nariz.-
-"¿Estás bien?" -una linda chica de ojos verdes se acercó hacia aquel muchacho, era menor que él, se notaba un poco-
-"E-Estoy bien, ¡Gracias señorita!" -el muchacho sonrojado se levantó de inmediato e hizo una reverencia ante la chica.-
-"Oh, ¡Ahí viene! ¡Tanjiro, Tanjiro ven! ¡Necesitamos tu ayuda!" -la señora salió de aquella casa y se dirigió en busca del mencionado, quien era un joven el cual llevaba una canasta repleta de carbón sobre su espalda-
-"Será mejor que nos vallamos T/N, no querrás meterte en problemas, ademas ya no llevas la cubierta ni la máscara, pero sigues con el uniforme, fácilmente podrían pensar que somos malas personas" -el chico miró preocupado a la mencionada, pues esta no se había dado cuenta de que la gente de los alrededores los miraban raro a él y a ella por cómo iban vestidos.-
-"¡Lo había olvidado! Lo siento, me tengo que ir, ¡Adiós!" -hizo una leve reverencia hacia el muchacho que recién conocía y se apresuró a ir con su compañero, estuvieron a punto de irse cuando T/N se detuvo por algo que escuchó.-
-"No entiendo como una linda señorita como ella pudo fijarse en ti, eres muy feo" -la señora miró con desaprobación a aquel muchacho que estaba sonrojado por aquella chica.
-"¿¡FEO YO!? ¡ESTOY MEJOR QUE EL FRENTUDO ESE!" -el muchacho se enojó y miró con desprecio al de cabellos rojos y cicatriz, quien miraba inmóvil aquella escena, y al escuchar que lo nombraban, se sonrojó pues aquel apodo lo avergonzaba.-
-"Disculpa, no te creas tanto, ¿no te has visto en un espejo?" -la chica de ojos verdes miró con desaprobación a aquel muchacho, los humos se le bajaron y sintió su corazón quebrar.-

Todos los presentes rieron, incluso el pelirrojo, no pudo evitar sorprenderse al ver el cambio repentino en la actitud de aquella castaña.
Y los dos jóvenes salieron de ahí en dirección a la finca mariposa, su descanso había terminado.

"Esa chica es bastante interesante, ¡Me agrada!"

𝐒𝐮𝐬𝐩𝐢𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫. Tanjiro KamadoxLectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora