𝐒𝐮𝐬𝐩𝐢𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫. Tanjiro KamadoxLectora

La historia de T/N. #3

Un nuevo entrenamiento.

Al día siguiente.

La recién llegada tuvo un reconfortante sueño, nunca había dormido tan bien, aunque de nuevo durmió en un futón como siempre, este era muy suave.

-¡Buenos días T/N! ¿Cómo dormiste? -una chica con mucha energía entró a la habitación sin si quiera avisar antes, pero tenía mucha curiosidad sobre si la recién llegada había tenido un buen descanso.

-¡AY! Ah... dormí bastante bien, gracias por preguntar Kanae-san, y gracias por darme una habitación, realmente estoy agradecida -mientras se tallaba los ojos, sonrió levemente.

-Disculpa si entré sin avisar, tenía mucha curiosidad -rió levemente. Hoy iremos al pueblo para comprarte ropa a ti, a tu hermano y a otra niña, que ya conocerás. -le dedicó una sonrisa y en el costado de la menor dejó un yukata limpio y doblado, era bastante lindo, color lila con flores blancas en las mangas y al final de esta en la parte frontal.

-Es bastante lindo, ¡Gracias! Y está bien, me alistaré. -la menor dijo mientras desdoblaba aquel yukata y lo observaba a detalle, tras esto, la mayor salió volviéndola a dejar sola.

La chica se alistó, se colocó el yukata que la mayor le había obsequiado, tras esto se peinó, se hizo una trenza con su cabellera castaña, teniendo en las puntas un suave degradado color azul, una cualidad que le otorgó su "padre".

Cuando salió de su habitación caminó por los pasillos y se encontró con una chica que parecía tener su misma edad, que llevaba 2 coletas color azul oscuro.

-Oh, tu debes ser T/N, ¿No? -la chica peli azul miró a la nombrada con una sonrisa

-Sí, entonces tu eres Aoi? -la castaña le devolvió la sonrisa.

-¡Sí! Es un placer conocerte, seremos buenas amigas, ¡Bienvenida! -se acercó a la castaña y le dio un suave apretón de manos.

-Igualmente, ¡Estoy segura de eso! -correspondió el apretón de manos, ambas se dedicaron una sonrisa y finalmente cada una tomó su respectivo camino, no sin antes preguntar

-Aoi... ¿Está bien mi hermano? -la miró con un poco de preocupación

-Sí, él está bien. -le dedicó una fugaz sonrisa de seguridad

Más tarde...

Aquella castaña se encontraba con la mayor ya en el pueblo, estaban divirtiéndose mucho haciendo las compras juntas, se encontraban comprando bellos yukatas y kimonos en variedad, mientras que aprovechaban y se compraban uno que otro bocadillo.

T/N disfrutaba de su compañía, pues sentía que esos momentos eran los que le hubiera gustado compartir con su madre, pero ahora la vida le había dado una oportunidad y debía aprovecharla, dejaría todo su pasado atrás.

-¡Mira ese yukata rosa, T/N! ¿Es bastante lindo, no? -la mayor corrió emocionada hacia una tienda, donde pudo observar un yukata que le llamó la atención-

-Es muy lindo, pero ya estamos llenas de compras jeje... -La menor la miró con una sonrisa avergonzada, realmente no quería llevarle la contraria, pero si seguían más tiempo en aquel pueblo, anochecería y era peligroso ya que la mayor había dejado su katana en la finca-

-Tienes razón, el camino será más pesado. ¿Te parece si compramos un poco de comida para las demás y regresamos? -miró a la menor con una cálida sonrisa-

-¡Sí! -y entonces, ambas se dirigieron felices hacia el restaurante más cercano-

Una vez llegaron al restaurante, ordenaron la comida para llevar y se dispusieron a ir de regreso a la finca.