Una flor que se marchitó...

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Siempre te recordaré, maestra. Lamento no poder haber hecho mi trabajo como cazadora mientras estuviste en vida... Te prometo que siempre te recordaré con honor, yo confié y confiaré siempre en ti, así como tu lo hiciste conmigo.

Dos pilares se encontraban sentados junto con su superior al frente en una silenciosa habitación.

El silencio se apoderaba de ésta, pero era un silencio agradable, que les otorgaba calidez a los pilares presentes.

-"Y así fue mi encuentro con aquella luna, Oyakata-sama. Lo asesiné antes de poder preguntarle algo más... Pero no planeaba torturarlo, no lo haría sufrir más para que me dijera la verdad" -una peli negra expresó con tranquilidad y un poco de seriedad-

-"¡Debiste haber sido más ruda con aquel demonio!" -un peli gris estaba molesto ante los actos de la chica-

-"No podía torturarlo o hacerlo sufrir más de lo que ya sufría solo para obtener información, Sanemi" -por primera vez la chica se mostraba estricta ante él, dejando atrás el honorífico "san", pues este era dos años mayor que ella-

-"Tsk, tu amabilidad te consume" -aquel chico bufó, pero también se mostró sintiendo pena por aquella chica-

-"Shhh, tranquilo hijo mío, no es lugar ni momento adecuado para discusiones. Hiciste bien, Kanae, me alegro de que no te consuman tus emociones ni tus curiosidades." -el mayor sonrió cálidamente, una sonrisa de la cual todos admiraban, una sonrisa que emitía tranquilidad y paz a quienes la presenciaban-

-"Por el momento continuaremos las misiones como de costumbre, solo que ahora hay que mantener la guardia en alto. Shinazugawa, tú quedarás a cargo del oeste de aquel pueblo, por si hay apariciones de demonios poderosos" -el peli negro miró con seguridad al mencionado-

-"De acuerdo. Me retiro" -el peli gris salió de ahí, sin olvidarse antes de hacer una reverencia y despedirse de su amiga-

-"Kanae, como ya sabes es peligroso que estés sola en zonas alejadas, por lo que te recomiendo vallas en compañía de algún cazador más... Comprendo como es tu situación con Shinobu, así que no te obligaré a ir con ella, y aunque no es mi problema, quisiera pedirte hables con ella, y con T/N..." -el peli negro le dirigió una mirada que decía miles de cosas, las cuales comprendió enseguida la pilar y asintió-

-"Lo haré, gracias por su apoyo Oyakata-sama, me retiro." -la chica hizo una reverencia a su mayor y se fue de ahí-

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Meses después...

-"CAWWW, CAWWW, T/N DIRÍGETE AL SUR DE LA MONTAÑA SAGIRI" -un cuervo llegó volando a toda velocidad a la dirección de la mencionada-

-"¡LLAMA A LOS DEMÁS KAKUSHIS Y DIRÍGANSE A LA DIRECCIÓN INDICADA!"

La mencionada asintió, rápidamente se colocó su cubierta en la cabeza y salió corriendo a buscar a los demás de su equipo.

-"¡Nos requieren a todos en el sur de la montaña sagiri! ¡Parece que hay varios cazadores heridos!" -la chica llegó corriendo, inmediatamente todos se prepararon y tomaron las cosas necesarias, y así salieron de ahí-

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-"¿Crees que haya sido grave?" -un chico que iba corriendo al lado de la castaña preguntó con curiosidad-

-"No lo sé Goto-san, pero espero que no haya sido tan grave" -la chica se mostró preocupada, sentía una presión en su pecho y eso era raro-

Tras una larga caminata, el equipo de kakushis llegó al lugar indicado, la escena los dejó a todos helados.

-"K... ¡KANAE-SAN!" -la chica sintió su sangre hervir, pero a la vez sintió tristeza y un dolor horrible, estaba hecha un mar de emociones-

-"Es... Es la pilar de las flores..." -un miembro de la brigada de limpieza (kakushi) estaba atónito, no lo podía creer-

La mencionada se encontraba aún con su katana en manos, estaba en brazos de su hermana menor, quien solo lloraba desconsoladamente, mientras aquella chica de cabellera negra solo sonreía débilmente mientras sangre salía de su boca, su haori estaba en el suelo, mientras que su uniforme estaba rasgado y un poco ensangrentado.

Sus manos eran las más dañadas, su respiración poco a poco disminuía.

Esta al notar la presencia de su ex alumna giró lentamente su cabeza, acto seguido por su hermana menor, ambas la miraron, pero una mostraba alegría, la otra mostraba furia y tristeza.

-"K-Kanae-san, ¿Quién te hizo esto?" -la chica se dejó caer al suelo, sobre sus rodillas, mientras tomaba la mano de la mencionada obligándola a soltar su katana-

-"Fue la luna superior dos..." -dijo con gran debilidad-

-"¡Prometo vengarte hermana! ¡Ese maldito pagará por lo que te hizo!" -con la voz entre cortada, la peli morada gritó, los kakushis seguían limpiando el lugar mientras evitaban observar aquella desgarradora escena-

-"No es necesario Shinobu... por favor, prométanme que ambas seguirán sus vidas felices, sin depender de mi, o de mi partida, ¿Sí?"

-"S-Sí" -la castaña inmediatamente confirmó-

-"L-Lo prometo..." -la peli morada le sonrió levemente-

-"Sean fuertes... Las quiero a todas, Kiyo... Naho... Sumi... Kanao... Aoi... Akihiro... Y-Y ust-ustedes..." -esas fueron las últimas palabras que la chica dijo antes de dejar de respirar y cerrar sus ojos-

En realidad solo eran cuatro cazadores heridos los que se encontraba ahí, pero ese día se perdieron dos vidas.

Una pilar, y un cazador que recién había pasado el examen de selección final.

𝐒𝐮𝐬𝐩𝐢𝐫𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐚𝐦𝐨𝐫. Tanjiro KamadoxLectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora