-¿No entiendes la diferencia, Naru? -preguntó Deidara al lado de este.Deidara había terminado de entrenar y Naruto fue a verle, los dos caminaron y se apoyaron en el pasto mientras veían a lo lejos a los demás entrenar.
-Es que...
-Naruto, yo seré el próximo rey, yo no seré la concubina de ningún hombre, mejor dicho, yo los tendré -Deidara miró a los ojos a Naruto con sorna, el rubio de cabellos cortos seguía sin entender y su hermano mayor suspiró cansado, tendría que ser más directo con Naruto. Después de todo su hermano no entendía las referencias.
-Estoy diciendo, que yo -se señaló a sí mismo-, tendré concubinos, ¿sabes para qué sirven los concubinos, no?
El rubio de cortos cabellos negó con una sonrisa, no sabía a qué se refería.
-Pues... los concubinos son para, algo llamado reproducirse, ¿sabes que uno solo no se reproduce, no?
-Si lo sé, pero, ¿los concubinos son solo para tener sexo? -preguntó Naruto haciendo reír a Deidara, ahora su pequeño hermano le había entendido.
-Puede ser, claro, también tendré que casarme, pero es muy aburrido, ¿no lo crees? -preguntó Deidara a Naruto.
-No lo sé, si realmente te enamoras, supongo que tan malo no puede ser -sonrió Naruto.
Deidara no veía el amor en su largo camino llamado vida, lo que veía era la manera correcta de gobernar a sus súbditos.
-Naru, imagínate, seré un rey y, ¡tendré concubinos hombres! -habló con voz fuerte-. ¿Sabes? Creo que seré uno de los primeros, ya que la mayoría gobiernan los hombres y es totalmente opuesto a lo que yo haré.
-¡Mucha suerte, Dei! ¡Anda, ve a disfrutar de los hombres! -dijo riéndose, Deidara le escuchó y estalló de la risa, hasta que una voz atrás de ellos les hizo atorarse.
-¿Qué está diciendo príncipe Deidara? -habló con rectitud un ...
-Kakashi, debe haber otra manera, ¿aún no hay información sobre los espías que tenemos en el clan Uchiha?
-Infante Naruto, todavía no hay algún tipo de información y su padre, el rey, ya decidió lo que haremos.
-Kakashi, no puedo hacer esto, es mi hermano -se levantó de su escritorio acercándose al peli blanco-. No puedo traicionarlo, lo que debo hacer es buscarlo y traer al verdadero príncipe heredero. No ocupar su lugar, esto es una bajeza -dijo con molestia.
-Su padre lo aprobó y es una manera de proteger el reinado, los Uchihas...
-¡Nada! Yo me encargaré de deshacerme de los Uchihas si se atrevieron a tocarle si quiera un delgado cabello a Deidara, si realmente quiere proteger el reinado debe dejarme ir a buscar a Dei por mi cuenta -el peli blanco negó, Naruto desde que se enteró la desaparición de Deidara pidió liderar la búsqueda de este.
¿Es que acaso los Namikaze no sabían dónde estaba Deidara? No lo sabían, había una posibilidad demasiado grande que fue secuestrado, pero también que huyó o inclusive murió. Los espías que tenían aún no les comentaban sobre la ubicación del príncipe, pero saben que para los Uchihas, Deidara les valía más vivo que muerto.
-Infante Naruto, usted debe estar acá protegido, no podemos permitir que salga de las fronteras o si quiera antes de estas, recuerde que su hermano estaba por las fronteras e igual fue atacado, usted debe quedarse resguardado.
-¡No! Estamos perdiendo demasiado tiempo, Kakashi -el rubio empezó a caminar de lado a lado, el peli blanco se quedó en su lugar observando al rubio, Naruto parecía pensar hasta que se detuvo y miró a Kakashi-. ¿Ustedes piensan que mi hermano traicionará al reino, no? -sonó a una pregunta realmente afirmándola, pero por dentro no quería saberla; le dolía demasiado pensar que su propio hermano, el cuál le inculcó el amor a su tierra, ahora fuera un traidor.
-Es una posibilidad, infante Naruto.
-¡No! -gritó-. ¡Mi hermano nunca haría eso! -lo dijo con rapidez, lo decía con tanta creencia, es que realmente lo creía, su hermano nunca traicionaría al reinado, él lo sabía y lo sentía.
-Naruto, lo sabemos, si Deidara estuviese en sus cuatro sentidos nunca lo haría, pero ahora mismo tu hermano es un prisionero de guerra, tú no sabes lo que la desesperación es capaz de hacer -alzó la voz.
-Ustedes tratan a Deidara de un traidor, ¡verán cuando él regrese y nunca lo fue! -exclamó molesto, estaba lleno de furia por las palabras de Kakashi y por lo que pensaba su padre. Para Naruto, Deidara era su ídolo, su manera de ser, como para suplantarlo o para tildarlo de traidor.
Apretando la mandíbula con cólera, levantó su brazo, haciendo una seña para que Kakashi se retirara de su cuarto, no quería saber ni de su padre ni de Kakashi.
El peli blanco entendió y se retiró cerrando la puerta.
Naruto esperó a que se fuera Kakashi de sus aposentos, al escuchar sus pasos alejándose golpeó con fuerza su escritorio, no fue solo una vez. Lo hizo repetidas veces hasta calmar su ansiedad que le consumía, era la única manera que podía expresar todo su odio y frustración.
Cuando se detuvo, puso sus dos mano en la cabeza y sujetó su cabello con fuerza, sentía una enorme frustración, nadie le permitía hacer algo por defender a su hermano.
Su madre lloraba desconsoladamente, su padre estaba encerrado en su lugar de trabajo, los nobles hablaban mal de su hermano, los reporteros hacían imágenes horribles de su propio hermano besándose con el príncipe heredero del clan Uchiha. Era asqueroso todo esto, y la impotencia llegaba hasta su sangre y quería explotar, matando a todos los que osaban perjudicar a su hermano.
¿Quién diría que aquel príncipe tan feliz ahora mismo quería liquidar a aquella nación? Tanto amor que le tenía fue roto con la partida de su hermano...