He pasado en este cuarto una semana completa, solo me traían comida e Itachi venía en las noches para hacer el amor, ya me cansaba de esta rutina aburrida. Ya había aceptado que no podía salir, he pasado cuarentena en este cuarto porque Itachi me atrapó cuando me iba a tomar la infusión.
Maldita sea, debí ser más rápido, ahora ni si quiera me deja abrir la puerta.
Odio estar aquí, odio que Itachi se burle de mí cuando tenemos relaciones, odio verme sumiso.
Toda esta semana me puse a pensar en mi familia, mi padre lo más seguro es que haya recibido la carta, ahora mismo me arrepiento de no haber escrito más; no escribí más porque pensé que moriría, la verdad lo último que se me cruzó por la cabeza fue sobrevivir, tal vez hasta huir, pero nunca que me tomarían como prisionero.
Aunque el imbecil de Itachi dice que me tratan acá como mi puesto nombra, como un príncipe, aunque lo niegue es cierto, me tratan muy bien, pero es como una jaula de oro donde hay muchos juguetes para entretenerme.
Me pregunto... ¿cómo se sentirá mi padre? Él ya debe saber que me han hecho, o lo que imagina, los dos tenemos la misma astucia a diferencia de mi hermano y madre, él debe saber que estos idiotas intentarán embarazarme si es que no lo estoy ya.
Miré mi vientre y lo acaricie, si tal vez esté embarazo estoy seguro que mi padre no dudará en ejecutarme, no puede permitir que su nieto tenga sangre Uchiha, ya que eso haría que nuestra familia tenga lazos con ellos, cosa que no quiere mi padre para nada del mundo.
Creo que al final llegué a este punto, si traiciono a los Uchihas, ¿mi padre me aceptaría? No, mataría al niño... no quiero que lo haga, ni si quiera tengo al niño y menos sé si estoy embarazado, pero, no quiero que le pase algo malo. ¡Qué estupidez estaba pensando!
Ayudaría a los Uchihas, a cambio pediría que mi hermano estuviera bien, pero si lo vuelvo a ver estoy seguro que me odiaría, ¡claro que lo haría! Estaría traicionando a mi nación...
No sé que hacer, estoy muy confundido, debo elegir la mejor opción.
Si ayudo a mi padre y estoy embarazado, matará al niño... no quiero que eso pase. Si ayudo al clan Uchiha, puedo pedir muchas cosas a cambio de mi ayuda, siguen acudiendo a mí para que les diga algo, pero hasta ahora me mantengo en silencio y no me presionan mucho, ya que Itachi les dice que puedo estar embarazado y no quiere que suceda un contratiempo que afecte al desarrollo del bebé.
¿Qué decisión tomaré? Si me alío con el clan Uchiha puede que logre salvar a Naruto si es que toman la capital, si me alió con mi padre matará y exterminara a este clan, incluyendo al niño que tal vez lleve... no lo dejara con vida con el miedo de que su nieto es Uchiha y pueda causarle un golpe de estado.
Pero, no estoy considerando una parte, si mi hijo nace, las dos naciones se aliaran, no pelearan en una guerra, este niño traerá la paz, no afectará a las personas del campesinado, aunque si molestará a los de nobles, nos convendría que se junten las naciones para hacer tratos y así aumentar la productividad de las naciones... Itachi se volvería rey de ambas naciones, mi hijo el príncipe heredero, yo sería también gobernante. No dejaría que les pasase algo malo.
En serio que esto era un gran peso, uno demasiado grande, en mi depende el futuro de las dos naciones. Dormir me hará bien... eso creo.
Ya había pasado una semana desde que los Uchihas invadieron las fronteras, no he recibido nada de parte de Deidara, me preocupa mucho su estado y que le hayan hecho algo... siendo sinceros ya espero de lo peor, no puedo asegurarle a mi familia que Deidara regrese intacto; esto es una guerra, no un juego, debes esperarte de lo peor de tu enemigo.
Tengo que traer de vuelta a Deidara cuanto antes, pero no sabemos donde está, ya estoy en contacto con los espías que están en el clan del fuego, Kushina no para de preguntar por él y si se encuentra bien.
También los nobles quieren respuestas sobre el paradero de Deidara, necesitan saber si sus tratos con él seguirán intactos. Llegaron a proponerme que proclame a Naruto como mi sucesor y saque a Deidara, pero no puedo hacerlo y tampoco quiero, tengo la esperanza que Deidara regresará sano y a salvo...
Pero si no me queda de otra, lo siento mucho hijo, pero tú muy bien sabes que primero es la nación.
