Damon
Luego de la muerte de su ex esposa, Damon junto con sus hijas Rhaena y Baela se dirigieron a Driftmark con las cenizas de Laena Velaryon.
Allí se encuentra luego de tantos años con Rhaenyra, la mujer que le hace perder la cordura, su sobrina...
Rhaenyra bajó con cuidado los peldaños, hasta llegar a la playa. Aún se encontraba débil por el aborto que había sufrido.
—Rhaenyra, lo siento tanto— dijo Baela bajando la mirada.
Rhaena se acercó y la abrazó muy fuerte, Rhaenyra era prácticamente su madre y la había podido perder hace unos momentos.
—Yo pensé que... —La voz de Rhaena se rompía.
Rhaenyra la interrumpió.
—Shhh, Aquí estoy Rhaena, no me iré a ningún lado— Respondió Rhaenyra, manteniéndose fuerte.
Luego de romper el abrazo la tomó por el rostro y le limpió unas cuantas lagrimas a su hijastra.
—Sabemos lo que sucedió, queremos ayudar — dijo Baela muy convencida.
Rhaenyra asintió en respuesta, pero lo último que quería era involucrar a sus hijos.
Daemon bajó rápidamente los peldaños con Luke, Joffrey y todo el personal detrás, guardias, comandante de la guardia, maestres, parteras, niñeras, cocineros, mensajeros.
Rhaenyra frunció el ceño hacia Daemon cuando vio a Joff siguiéndolo.
Joffrey le dio una sonrisa y se puso a un lado de Baela y Rhaena.
Un rugido de dragón resonó desde los cielos. Vermax aterrizó con Jace en la isla.
Jace se colocó a un lado de Luke.
—Ya se han enterado, el Rey Vicerys ha muerto. Y han usurpado el trono de hierro— Comenzó a hablar fuertemente Daemon.
—La maldita perra de Alicent Hightower ha sentado a su hijo en el trono. Eso es un acto de traición a la corona, la legítima heredera se encuentra al frente de ustedes— Continuó Daemon.
Rhaenyra se acercó a daemon.
Unos pasos se escucharon,
Sir Erryk Cargill se encontraba en Dragonstone, y comenzó a caminar hacia Rhaenyra.
La guardia real sacó sus espadas.
Daemon sacó inmediatamente a Black sister y le apuntó a su cara.
—No tengo malas intenciones—dijo Sir Erryk arrodillándose en la arena y sacando del maletín una corona.
Rhaenyra miró lo que sostenía, y su corazón se encogió. Era la corona de su padre.
Daemon bajó cuidadosamente la espada.
Rhaenyra miraba curiosa a Sir Erryk, se veía sucio, y un poco golpeado se notaba que le había costado salir con vida de King's landing.
—Juro proteger a la Reina, con todas mis fuerzas, daría mi sangre por ella, no tomaré esposa, no tomaré tierras, no engendraré ningún hijo, solo protegeré sus secretos y obedeceré plenamente sus órdenes, estaré a su lado para defender su nombre y honor.
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