Capítulo 7

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Hooooola lindxs, ¿cómo están? Les regalo otro capítulo para que conozcan mejor la historia.

Sin más dilación... ¡¡DISFRUTEN MUUUCHO!! 🌹🌹🌹


Narrador omnisciente durante toda la historia

 Ya era la segunda vez que se le caía la bandeja. Madre mía, quería morirse de la vergüenza...

- Lo... lo siento mucho, Emily – dijo con la voz algo temblorosa – es por los nervios, te prometo que no volverá a pasar.

La pelirroja suspiró sonoramente. Pero es que mierda, Lauren no era camarera. No tenía ni puta idea de cómo manejar una bandeja. Por no saber no sabía ni cómo servir una puñetera cerveza.

- Por favor...

- Tranquila – respondió de forma calmada, sorprendiendo a la otra – me caes bien, Mía. No pasa nada, ¿vale? Pero ten cuidado – se acercó un poco a ella – en este club hay personas muy importantes, no se andan con tonterías.

- Me quedó claro cuando me hicisteis firmar un contrato de confidencialidad.

Ambas sonrieron. Era cierto. Le caía bien Lauren. En un mundo como aquel era una mejor opción mantenerse unidas y cuidarse mutuamente, porque si no lo hacían entre ellas, ¿quién lo haría entonces?

Y casi como si respondiesen a su pregunta retórica la puerta se abrió dejando paso a una dubitativa Camila, quien observaba alrededor y se mordía el labio suavemente. Vestía un abrigo largo y rojo de lo más despampanante, con sus labios a juego con el atuendo y el cabello castaño deslizándose por sus hombros como una cascada. No se deshizo de su vestimenta, más bien caminó hacia la barra sin prestarles demasiada atención:

- ¿Han llegado? – preguntó sin mirarlas.

- No, tienes tiempo de tomarte una copa.

Camila, o más bien Karla, asintió y pidió un whisky doble. Ese fue el momento exacto en que su mirada se encontró con la de Lauren, quien asintió débilmente, mientras por dentro se maldecía a sí misma porque no sabía si sería capaz siquiera de servir un puto whisky. Pero lo hizo.

- Gracias – y le sonrió.

Se lo terminó de un solo trago. Para luego emprender un camino hacia la puerta misteriosa y desaparecer dentro. Misteriosa porque Lauren llevaba todos aquellos días observándola minuciosamente. Había sacado algunas conclusiones: punto número uno, fuera lo que fuera que ocurriese allí dentro, no era ni por asomo legal. Y punto número dos, tan solo estaban invitadas personas de alta clase, ella lo sabía por los aires de arrogancia que se respiraban desde la barra al verlos entrar, eso sin contar con sus vanidosas joyas y vestimentas. Lo que no alcanzaba a entender es cómo encajaba Camila en todo aquello.

Era viernes por la noche, ¿acaso era un día especial?

- Oye – se atrevió a decir mientras limpiaba la encimera con un trapo – ahí dentro...

- No sigas – la interrumpió Emily – no quieras saberlo, Mía.

Lauren apretó la expresión. Mierda.

- Solo digo que... - continuó metiéndose en la boca del lobo – entra gente muy importante por esa puerta, ¿no?

- Ajá – se limitó a responder – pero recuerda que tú no has visto nada.

La joven hizo una mueca de sellar los labios con sus propios dedos.

- Tan solo tengo curiosidad.

Addictive [Camren]Where stories live. Discover now