Capítulo 1

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Hooooola lindxs, ¿cómo están? Tengo muchas ganas de compartir esta historia con ustedes. Realmente espero que les guste y no bajar el listón. Lo cierto es que creo que lo que van a leer es distinto a la par de parecido a la esencia que envolvía a Sweet Hell. Les pido que limpien la mente y empiecen de nuevo... este capítulo les pondrá en situación 🌸

Saben que adoro leerles, pero ahora más que nunca me gustaría conocer su opinión para así poder intuir si voy bien encaminada o al igual resulta que tantos meses sin escribir me han pasado factura!! Necesito saber que os gusta para continuar creando la historia 🙏🙏

So... sin más dilación: ¡¡¡DISFRUTEN Y COMENTEN!! Les adoro 🌹🌹🌹

Narrador omnisciente durante toda la historia 

Podía sentir la claridad de la mañana colándose por el recoveco de las cortinas. Una ligera brisa la invadió provocando que su piel se erizase bajo las sábanas. Comenzó entonces a parpadear con lentitud, percibiendo los rayos de sol impactar directamente contra sus pupilas. "¿Qué hora sería? Tal vez las nueve, o al igual las nueve y media". El caso es que decidió salir de dudas y deslizó el brazo en busca de su teléfono móvil. Fue entonces cuando escuchó el sonido de unos pasos a los lejos, hasta que se hicieron tan presentes que tuvo que elevar el rostro con la intención de enfocar su mirada en aquella silueta que yacía de pie frente a ella.

- Te has despertado, ya era hora – susurró entonces – he hecho el desayuno.

Por fin pudo observarla detenidamente: su piel era pálida, su cabello rubio liso hasta un poco más abajo de los hombros, además de unos ojos marrón oscuro como la noche. Lucía una camiseta larga que cubría gran parte de su cuerpo, dejando a la vista unas contorneadas piernas descalzas. La ojeaba expectante, con una sonrisa extremadamente positiva para ser tan temprano.

La que permanecía aún medio dormida sacudió físicamente la cabeza sin aún formular palabra. Fue entonces cuando se percató del dolor magnificado que cubría gran parte de su existencia. "Oh por dios, qué resaca" pensaba. No alcanzaba a distinguir el momento exacto en que decidió que era una buena idea salir de fiesta y, para colmo, beberse hasta el agua de los floreros.

- Lauren – añadió la otra - ¿estás bien?

Lauren asintió débilmente, tratando de esconder el pequeñísimo detalle de que no recordaba dónde se encontraba, por qué, qué estaba haciendo allí y, lo más importante: "¿Quién cojones era aquella rubia que le hablaba?"

- Oh por dios – dijo la susodicha – no te acuerdas de mí, ¿a que no?

La otra encogió la expresión en respuesta. No quería tener que vivir uno de esos momentos incómodos de película americana en los que confesaba el hecho de que se cogió tal cogorza que no era capaz ni de recordar su nombre. Pero ¿a quién pretendía engañar? Estaba jodida.

- Me llamo Lucy – respondió como si le leyese la mente – anoche nos conocimos en un bar cualquiera y te ofrecí pasar la noche en mi casa. ¿Cómo es que no te acuerdas?

Lauren comenzó a atar cabos en su mente aún entumecida. Recordó el momento en que salió de clase a eso de las cuatro de la tarde, con la cabeza llena de asquerosos números que no le servirían para nada. Recordó también cómo tuvo ese pensamiento entonces y decidió que era una mejor opción emborracharse en vez de estudiar. Visitó a su amiga Normani cerca de la facultad y... "mierda, todo es culpa de esa hija de puta, claro".

- ¡Lauren!

- Lo siento – dijo reaccionando por fin – mmm... Lucy – añadió intentando no cagarla, como si no lo hubiese hecho ya lo suficiente – no es culpa tuya, es que a veces, bueno... - dudó – cuando bebo se me va un poco la pinza.

Addictive [Camren]Where stories live. Discover now