♡Capítulo 14♡

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Yoongi llevaba una pequeña bandeja llena de vasos de tecnopor hacia el contenedor de basura que se encontraba afuera del local. Dio un suspiro algo cansado y luego de mirar la hora en su celular volvió a entrar.

Era un sábado por la mañana, y como todos esos días, se encontraba trabajando en una cafetería a medio tiempo. No tenía queja alguna, los demás lo trataban bien, la paga era justa y hasta recibía buenas propinas.

— Yoongi, atiende la mesa cuatro, por favor. — avisó amablemente su compañera. — tengo que llevar esto a la otra.

— No se preocupe, Sunmi-noona.

Se sonrieron brevemente y luego el Omega fue a llevar su libreta de apuntes junto a la carta, se removió un poco la cabellera y justo antes de dar unos pasos más, sintió el aroma a café con su característico toque de menta.

Lo reconoció. Era Taehyung.

El pelinegro se encontraba de espaldas por lo que el Omega no supo si en verdad quería acercarse, se estaba poniendo algo tímido y nervioso que intentó calmar los fuertes latidos de su corazón, pero tal parece que todo falló cuando Taehyung volteó para poder verlo, sonriéndole de inmediato.

El Omega suspiró para luego observar aquella preciosa sonrisa y se acercó con calma hacia a él.

— Buen día, Gigi, no sabía que trabajabas aquí. — dijo con cierta alegría y conmoción, era cierto que el Omega le había dicho que tenía un par de trabajos pero nunca supo dónde.

— Hola, Taehyung-ah. Y sí, aquí es. — sonrió levemente, siendo de repente contagiado por lo brillante que era el aura del Alfa. — ¿Qué es lo que vas a pedir? — preguntó cordial, si bien su compañía le agradaba, tenía que seguir las reglas de su trabajo.

Taehyung pareció entenderlo y luego de sonreír algo apenado, asintió. — Bueno — recibió la pequeña carta y leyó un poco. —, solo quiero un café americano sin azúcar y una porción de pastel de vainilla.

El Omega apuntó con atención y retiró la carta de la mesa. — ¿Todo para comer acá?

— De hecho, quiero llevar el café americano y el pastel. El macchiato sí lo tomaré aquí.

— Está bien, en unos minutos vuelvo. — sonrió con amabilidad y Taehyung solo pudo suspirar lentamente al verlo alejarse. ¿Por qué ese Omega era tan hermoso?

Tal y como dijo Yoongi, volvió con una taza de aquel caliente líquido y un par de galletas de avena en un pequeño plato. Taehyung lo miró confundido, hasta que notó una nota hecha a puño y letra por el Omega: "Cortesía de la casa"

Sonrió brevemente y vio que el pequeño rubio le asintió con lentitud. El Alfa no pudo controlar sus fuertes latidos y el leve rubor en sus mejillas, aquel tierno Omega le había de alguna u otra forma consentido con aquel tierno gesto, uno muy lindo a su parecer.

— Gigi... — titubeó un poco al llamarlo y el mencionado detuvo su ademán de irse. — ¿Hasta qué hora tienes turno? — cuestionó en voz baja.

— Pues... a más tardar en media hora.

— Genial, justo para la hora del almuerzo. — murmuró.

— Yoongi. — fue llamado por uno de sus compañeros. — Ayúdame en la caja, por favor.

— Ya voy. — alzó solo un poco su voz para poder ser escuchado. — Bueno, aún tengo trabajo. Que los disfrutes. — le esbozó una pequeña sonrisa e hizo una leve venia en muestra de respeto al cliente.

Taehyung volvió a insistir esta vez tomando con delicadeza la delgada muñeca del Omega.

— Yoon, espera. Eh... yo pensaba si... — balbuceó apenas algo audible para el chico frente a él.

— ¿Qué sucede? — preguntó confundido.

— Yo me preguntaba si tal vez, si tú te podía invitar a almorzar conmigo. — habló al fin, sintiendo como él y su lobo se encogían apenados en la espera de la respuesta de Yoongi.

El Omega abrió escasamente su boca y lo miró con palpable sorpresa.

— ¿Por favor? — insistió Taehyung un poco más, dudoso.

— Me tomaste desprevenido. — comentó tratando de no hacer notar su risa nerviosa. — Pero, ¿estás seguro de querer almorzar conmigo?

— ¿Por qué no querría?

Yoongi bajó la mirada algo apenado.

— Mi lobo y yo estamos más que felices con tu compañía, con todo tú. — confesó sincero y el Omega sintió como su corazón se debilitaba ante aquellas palabras a la vez que sus mejillas empezaron a arder. — Además, le conté a mi mamá sobre ti — se detuvo unos instantes. —, y ya que he llegado aquí simplemente por un pedido de café... creo que es aún mejor invitarte a mi casa junto a mi pequeña familia. Solo por esta ocasión, si no estás seguro... Lo entenderé.

El lobo de Yoongi se sintió orgulloso ante lo escuchado, el lindo Alfa quería invitarlo formalmente a su casa y el Omega no podía estar más dichoso. El lado racional de Min le reprochó por aquella alocada idea lobuna, y con una sonrisa cohibida terminó aceptando la propuesta del Alfa. Despidiéndose de inmediato para seguir con su trabajo y no ser regañado.

Taehyung sonrió ampliamente y suspiró con la felicidad alterando su corazón y cada fibra de su ser. Dio pequeños sorbos a su café, degustando cada mínimo sabor en su paladar mientras contemplaba la manera en cómo Yoongi trabajaba, sonreía y hablaba con suavidad.

La sonrisa de Kim llena de ilusión y adoración por el Omega, jamás abandonó su rostro. Y no le importaba esperar ni aburrirse en el tiempo transcurrido. Después de todo, el Omega aceptó su invitación y la idea de presentarlo a su madre fue lo que lo puso ansioso y a la vez algo nervioso.

Sólo esperaba que Yoongi no llegara a incomodarse o arrepentirse a mitad del camino.

Sonrió una vez más, tal vez no fue mala idea ir por unos aperitivos a esa cafetería, no cuando al parecer el destino estaba conspirando para que pueda coincidir con el Omega, Taehyung realmente esperaba que fuera así.

Treat you better ♡TaeGi♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora