Maddison Argent una noche desapareció sin decir nada después de siete años vuelve a Forks, el pueblo donde creció. Allí se encuentra con su antiguo mejor amigo Embry Call y muchísimos sentimientos vuelven aparecer.
Aunque nadie lo crea Maddison está...
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Maddie quieta en su lugar mirando a la persona que tenia enfrente suyo no era ni mas ni menos que Gerard Argent, su abuelo ¿No era que estaba de viaje? ¿Que hacia acá? ?¿A quien iba a matar? ¿Sabia sobre los metamorfos?
-¿Gerard? -pregunto la chica
-¿Esa es la manera de saludar a tu abuelo?
-En realidad es la manera de saludar a un spicopata
-Veo que no cambiaste para nada
-Veo que no soy la única ¿Que te trae a este espantoso pueblo?
-Lobos
-No sabia que ahora te dedicabas a la caza de los animales
-Tu y yo sabemos que animales comunes no son
-Aja
-Charlie Swan me llamo diciendo que iban a salir de caza por unos lobos al bosque así que no pude negarme a su oferta
-¿Por que mejor no te dedicas a cazar a una vampiro pelirroja?
-También, pero una cosa a la vez
-¿Padre?
-Acá estoy cielo -dijo padre entrando al comedor
-Te dejo con el psicópata
-Tan dulce como siempre
Maddie estaba caminando en el pasillo del segundo piso preguntase si podía empeorar el maldito día con sinceridad, en eso mira a la habitación que estaba enfrentada a la suya con letras doradas en la puerta Allison, con cuidado Maddie pasa sus dedos por las letras para tomar la manija empujar la puerta dejando la habitación abierta.
Estaba tal cual como ella lo había dejado, sus cosas en cajas que su padre había traído acomodado y sacado las sabanas blancas que cubrían los muebles.
Maddie movió sus dedos entre su baúl color café, las lagrimas la habían traicionado dejando caer al suelo en silencio, la chica salio de la habitación parar cerrar la puerta y distinguirse a la suya para asomarse a la ventana tomar aire fresco cuando los recuerdos la perseguían.
En eso ve una silueta saliendo de la oscuridad del bosque era ni mas ni menos que Embry Call quien miraba a la chica como si fuera lo único que existía.
-!Maddie! -dijo el chico
-Vete
-!Solo escúchame!
El chico al no ver ninguna negativa por parte de la chica tomo una cajita roja entre su boca para empezar a escalar la paredes de la caza hasta llegar a la ventana de ella, entrar con cuidado y ponerse a una distancia prudente.
