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Dan se encontraba preparandose para la salida con Jin, no estaba nervioso, simplemente desconcertado.

Se le hacía raro el que aquel coreano quisiera salir con él, de todo los que pudo escoger, le tocó a él.

¿Lo ponía contento? ¿Extrañado? ¿Emocionado? ¿Asqueado?

Simplemente no lo sabía.

- Por qué esto es tan difícil si es simple.

Dijo mientras buscaba algo de ropa para la salida mientras estaba en toalla todavía (apenas había salido de bañarse).

Encontro algo decente para vestir que no era formal ni tampoco informal, era para ambas ocasiones.

Dan tomo una camiseta para ponérsela, aquella prenda empezó a recorrer su cuerpo hasta tapar todo.

- encima una camisa y quedaré presentable.

Al terminar de vestirse tomo su celular y su cartera e inmediatamente alguien tocó la puerta.

- ¡Ya voy!

Dijo y fue rápido a la puerta, después la abrió y se encontró con Jin.

- Ah, Jin...

- Hola Daniel... O mejor dicho, Dan.

El coreano tenía una enorme sonrisa que Dan no tardó en ver.

- ¿Estás listo?

- Ah si, estoy listo.

El mexicano salió de la habitación, estaba sumamente nervioso, tanto que no sabía cómo actuar frente a a él.

- Vámonos entonces.

Jin le cedió su brazo para que se agarrará cuál pareja y Dan dudo un poco si aceptar o no, pero al final acepto.

Ahí estaban ambos, abrazados bajando las escaleras dirigiéndose a su cita.

Se veían totalmente tiernos.

Lo que no sabían es que un paparazzi los seguía y muy de cerca.

- ¿Y a dónde iremos?

Pregunto curioso Dan.

- Buena pregunta, vamos a ir a un buen restaurante, es muy conocido por aquí, se que te encantará, solo confía en mí.

- Está bien.

Daniel

¿Podía confiar en él? No, no podía, era un alfa después de todo y como un alfa se que somos unos malditos hijos de perra.

Después de terminar de bajar las escaleras, por fin llegamos a la recepción y ahí salimos por la puerta principal donde había un auto bastante caro esperándonos afuera.

Al salir del edificio nos acercamos a dicho auto y Jin abrió la puerta.

- Después de ti.

Yo entre en el auto, me acomode, él entro después de mi.

- Al restaurante por favor Sr. Choi.

- Si señor.

El auto empezó a moverse y en un abrir y cerrar de ojos llegamos a dicho restaurante.

- Llegamos señor.

- Bien, pasa a buscarnos aquí dentro de dos horas.

- Si señor.

Y entonces bajamos del auto y este se fue.

- Vamos adentro.

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𝓓𝓮𝓵𝓽𝓪 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora