Capítulo 12

129 13 17
                                    

GRACE.

—¿Quieren algo de beber? —pregunto una mesera.

—Quiero café. —conteste.

—¿Y tú?

La mesera miro a Dereck, él me miro a mí, luego volvió a mirar a la mesera.

—Café. —contesto él.

La mesera asintió y se alejó.

—Que emoción, esto está pasando. —dije, emocionada.

Dereck por su parte quedo viéndome como si fuera una extraña. Tengo que confesar que me sentí muy ofendida con su reacción, pero lo ignoré porque tenemos papeles sobre la mesa.

Estamos haciendo un negocio.

—Si quieres leerlo está bien.

—No haré eso.

—¿Por qué? Si quieres mi opinión como futura abogada deberías de leer cada palabra, párrafo, guion, punto, coma, y cada punto y coma que haya.

—Si hubiera sabido que la vida me iba a tratar así de horrible le hubiera dado mi puesto a otro espermatozoide.

—Concéntrate, Dereck. Si tienes alguna duda, dímelo. Estoy aquí para cambiar lo que no te guste.

—Bien, porque tengo muchas cosas que no me gustan. Empecemos con el hecho de que hayas hecho un contrato real.

—Es confidencial, quiero límites y reglas. Por eso cree mis propias reglas.

—¿Por qué haces esto? —su pregunta me provoco un escalofrió.

—Solo quiero ser...

Mi silencio se hizo presente, no puedo creer que me esté quedando sin voz ahora mismo. Jamás me había puesto tan nerviosa, la razón era clama, quería provocar celos en Oliver para que volviera a mí arrastrándose y yo rechazándolo, pero sé que eso no pasara.

Sé que nadie volvería a mí.

—Tienes razón, esto es ridículo, nadie se lo creerá.

—Yo no dije eso. —dijo Dereck —Dame, quiero leer esto.

Le extendí las páginas, Dereck se miraba concentrado, sus ojos azules se movían de derecha a izquierda cada que pasaba un renglón.

Y frunció su ceño extrañado, sus ojos hicieron contactos con los míos y me empecé a hacer tantas ideas, tal vez encontró un error ortográfico y se burlara de mi escritura.

—¿Te llamas Yenebith? —fue su pregunta.

Ladee mi cabeza en completa confusión, estaba hablando enserió ¿Esa era su primera pregunta?

Rodé mis ojos.

—No se supone que tenías que fijarte en eso. —me queje.

—Está en letra negrita y hay una línea debajo de los nombres, me fue imposible no ver eso.

—Sí, ahora continua.

—Yenebith Grace. —dijo mi nombre.

—Es horrible, lo sé. Parece nombre de vendedora de supermercado.

—No, parece nombre de reportera.

—Peor aún —me queje —. Volvemos al estudio con Yenebith Grace, nuestra reportera del tiempo.

Hice una imitación barata de un periodista. Dereck ladeo su cabeza con las páginas aun en sus manos.

—Ignorare eso. —él continúo leyendo.

El Desastre De DereckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora