capitulo 22

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- ¿Quién era ese niño, bright? --- preguntó curioso el hombre.

- se llama win, papá. Es mi amigo…--- por ahora.

- no lo conocía.
Deberías invitarlo a almorzar aquí un día de estos.

- está bien, le preguntaré.

Es muy extraño tener que comportarme como un niño cuando ya estaba acostumbrado a actuar como un hombre.

Además, extraño a mis amigos, no sé si volveré a encontrarme con ellos. Espero que estén bien.

Menos mal que para este tiempo aún no le había pedido a Miriam ser novios, si no me equivoco se lo pedí unos meses después de cumplir 17.
Pero había empezado a sentir cosas por ella y ella por mí, debo evitar que eso suceda.

Me pregunto si las cosas en la casa de win siguen siendo iguales a como eran cuando él me contó.

Espero que no.
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5:00 pm.

- ¡Papá, ahora vuelvo! --- exclamó y salió corriendo al parque que había dicho win el día anterior.

No habían acordado una hora, pero más o menos a esa hora había estado por el lugar.

Estuvo esperando durante varios minutos hasta que vio al pequeño caminar indeciso por los alrededores.

- ¡Win! --- lo llamó para que el chico notara su presencia.

- viniste… --- decía pareciendo sorprendido.

- claro que vine. ¿Cómo estás? --- sonrió.

- hmm, bien.
¿Y tú?

- bien, excelente ahora que tú llegaste.

- es que no pensé que vendrías. --- sus mejillas delataban su timidez.

- ¿Por qué? --- le daba ternura ver al menor así, siempre fue tan fuerte y poco expresivo.

- creí que solo estabas jugando, ya sabes…

- ¿A qué te refieres?, No entiendo porqué piensas eso.
Quería volver a verte.

- ja… cualquiera diría que te gusto. --- mordió su labio y enseguida quiso arrepentirse de lo que dijo.

- quizás no es tan falso…

- ¿En serio? --- estaba sorprendido.

- me gustaría salir más contigo, ya sabes, conocernos y tal vez… --- aquello hizo sonrojar aún más al más bajo.

- yo… hmm --- asintió --- por ahora seamos amigos.

- claro, lo único que me importa es que estés conmigo. Podemos empezar con eso. --- ambos sonrieron y comenzaron a caminar por el parque mientras conversaban.

(…)

- bright, mira ese perrito, ¡está herido! --- se acercó corriendo a ver al cachorro.

- hay que llevarlo a un veterinario. --- notó.

- si! --- asintió de inmediato y acariciaba la carita del cachorro.

- pero win, no tenemos dinero. --- le hizo ver al menor, en otras circunstancias lo hubiera hecho sin dudarlo, pero ahora él era un niño también.

- no puedo dejarlo así.
Y mucho menos abandonarlo como si nada. --- su expresión de tristeza acompañado de un puchero hicieron vuelco en el corazón del mayor.

En mis sueños...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora