⁰⁷ El cuento de Bocon

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Más tarde esa noche, Bocon y Los adolescentes estaban sentados en lo alto de una torre abandonada de catapulta y Comiendo alrededor de una fogata.

—Y de un tirón me arrancó la mano y se la tragó entera, y vi la expresión de su cara, Yo era delicioso, debió correr la voz porque no pasó ni un mes cuando otro me arranco la pierna— Muestra su prótesis.

Todos los Berkianos suspiraron derrotados ¿Cuantas veces no habían escuchado esa historia? Habían perdido la cuenta, Bocón siempre se mostraba feliz de poder contarla a los nuevos reclutas de cazadores y sin contar que tambien la relataba cuando estaban desayunando, comiendo o cenando.

—¿No es extraño pensar que tu mano estaba dentro de un dragón? Y que si tu mente aun la hubiera controlado, lo hubieras podido matar desde adentro, aplastando su corazón— Comentó Patapez medio feliz y ganándose las miradas incrédulas de sus compañeros.

Las miradas de sorpresa calleron sobre Patapez quien soltó una risa nerviosa y se hundió en su asiento, ahora que lo escuchaba desde fuera se daba cuenta que eso que dijo había sonado perturbador incluso para los cazadores.

–Y yo soy el desquiciado– Murmuró Dagur negando con la cabeza, ni siquiera a él se le habría ocurrido semejante cosa.

—Estoy que me muero del enojo, vengare a tu bella mano y a tu bello pie también le cortaré las patas a todos los dragones que combata, con mis dientes— Se señala la boca.

—No lo quieres son las colas y las alas, si no puede volar no puede huir, un dragón derribado es un dragón muerto— Hipo se pone pensativo y hace una cara triste.

–No debiste decir eso enfrente de Hipo– Comento Alissa con una sonrisa.

–Bueno yo no tenía forma de saber que Hipo tiene un dragón que no puede volar– se defendió Bocón Cruzándose de Brazos.

–Y por eso es un traidor– Murmuraron los Berkianos teniendo cuidado de que el Jefe no los escuchará, pues el chico seguía siendo su hijo.

—Si es bueno saberlo— comentó Brutilda.

Bocón decide ese momento para ponerse de pie y estirarse al mismo tiempo que bosteza.

—Bueno me voy a dormir y ustedes igual, mañana empezamos con los grandes, lentamente pero con siguió avanzamos hacia la pesadilla monstruosa ¿Pero quien ganara el honor de matarla?— Pregunta mientras se hace un recorrido de los adolescentes mostrando que Hipo ya no estaba.

–Encerio necesito saber cómo diablos desapareces de un segundo a Otro, tienes que enseñarme– Pidió Heather negando con la cabeza asombrada.

Hipo solto una risa, ni el mismo sabía cómo es que lograba escabullirse tan fácilmente, suponía que los Berkianos estaban tan ocupados con sus cosas que no se daban cuenta de que el ya no estaba.

—Ese seré yo esta en mi destino lo ven— Dice Brutacio mientras Astrid nota la ausencia de Hipo.

—Wow ¿tu mamá te dejo acerté un tatuaje?— Pregunto Patapez mientras se ve a Hipo bajar a toda prisa las escaleras.

–¿Disculpa?– Pregunto La Madre de los gemelos mirando a su Hijo con sospecha.

Brutacio puso la cara más inocente que pudo pero eso no engañaría a su madre, tantos años viviendo a con el y soportando sus bromas junto a Brutilda, la habían hecho inmune a sus miradas inocentes y su acento de "No rompo ni un plato".

—No es un tatuaje es un lunar—Contesta Brutacio mientras Astrid se asoma mirando a hipo huir.

—Oye eh estado contigo desde que nacimos y esa cosa no había esta ahí antes.

Viendo CEATD ×Version Tootcup×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora