Capítulo 2

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Disfruto de la vista de los árboles, el sonido del aire moviendo las hojas...
-¿Que pasará con nuestros planes?-la impaciente voz de Élian rompe mi concentración.

-Hay que admitir que sólo fueron vanas ilusiones, sueños de adolescentes que únicamente son situaciones hipotéticas. Ahora tenemos una misión que cumplir-respondo.

-Querrás decir tienes-masculla.

-Agradece que al menos te dejaron acompañarme, sólo tú y yo.

-Y el desfile de guardias que protegen a su princesa, a quien si no mal recuerdo hace unos días intentaron cazar. Y, ¿acaso te peinaste?

-Si dices que me "conoces" desde hace varios años deberías estar enterado de que antes usaba el cabello así.

-Eso no explica el vestido, y que tenemos que ir caminando, teniendo la posibilidad de traer caballos y...

-¡Pues si no te gusta estar aquí entonces eres libre de irte! Yo intentaba arreglar las cosas. ¡Y no se ni de que te quejas si tu puedes ir volando o lo que sea que quieras!-exclamo mientras me cruzo de brazos.

-Cielo, amor, lo siento, es que, sé que no fue tu culpa todo lo que pasó, y tengo que entender que si lo que quieres es hacer esto es mi deber apoyarte-dice abrazandome.

-Entonces, podría decirse que esta fue nuestra primera discusión de pareja.

-Yo sólo se que ya casi llegamos, ¿reconoces ese lugar?-dice señalando un punto en especial junto al río.

-Como olvidarlo-respondo. Ese lugar fue justo donde nos conocimos....y donde llegamos después de huir.

Por fin llegamos hasta el reino, donde nos dejan entrar en compañía de únicamente dos soldados. Nos guían a través de pasillos que reconozco, aunque la primera vez que lo vi iba como presa, no como visitante.

Nos encontramos frente al rey Thranduil, sentado en su trono.
-Veo que por fin mis amigos de la montaña vienen de visita, ¿Qué se les ofrece?-dice examinandonos con detenimiento. Empiezo a sentirme nerviosa y miro a Élian, quien asiente y hace una seña de que hable.

-Me presento, soy Lana, princesa de Erebor, perteneciente al linaje de Durin.

-Ah sí, la niña en llamas, he oído de ti. Continúa, ¿qué trae por aquí a una joven guerrera?

-Vine en nombre del rey bajo la montaña a hacer un tratado de paz entre nuestros reinos, dándole su palabra de devolverle las joyas que le pertenecen a cambio de una alianza-digo con solemnidad.

-Suena interesante, pero dime, pequeña princesa, ¿acaso tu rey cree que aceptaré tan fácil aliarme con alguien que intentó matarme cuando traté de dialogar con él?-dice. Pues yo pasé por lo mismo y he confiado hasta ahora en él, pienso.

-Creo que sólo debería confiar y aceptar, de hecho, me dio una carta en caso de que dudara-digo dándole un sobre.

Lo abre y lo lee, cuando acaba me mira, vuelve a ver la carta y dice:
-¡¿Qué cree o quien se cree para amenazarme de esta manera tan infame?!-exclama mostrándome la carta, que leo tan rápido que solo leo palabras clave como "si no aceptas", "mi mensajera te convencerá por las buenas o por las malas" y "espero recapacites la oferta"

-Yo-yo-yo no tenía la menor idea de lo que decía, yo realmente creí que esta vez sería mas....sutil a la hora de negociar-empiezo.

-Si cree que puede amenazarme enviando a su pequeño fenómeno a mi reino se equivoca.

-No es lo que cree. Yo vine con toda la intención de crear una alianza, créame, y si es necesario,responderé por los actos de mi tío-digo firmemente.

-Me agradas niña, eres muy diferente a todos los de tu raza.

-¿Qué?

-Eres perspicaz, inteligente, honesta y leal, eso sin mencionar que no te pare es ni un poco a tus familiares. En mi vida había conocido sólo a una mujer de raza enana con una belleza muy parecida a la tuya....

-Mi madre.

-Así es, ustedes dos no tienen barba como otras mujeres de su especie, aunque tú, casi podría jurar que eres diferente, y tienes habilidades muy especiales. Eres la clase de personas que querría tener como aliadas-declara-Traigan algo con que y donde escribir. Firmaremos una alianza.

Cuando hubo papel y pluma, se cerró un trato en el cual, acordaba aliarse con la condición de que yo fuera la única persona con la que tuviera que tratar en casos de guerras o amenazas.

Después de despedirnos, nos retiramos para volver a casa.
-Creo que todo salió bien-dice Élian.

-Jamás creí que lo lograría-respondo suspirando.

-¿De qué hablas? Si tienes talento para ganarte a las personas, incluso a las más duras.

-Espero, por ahora logré lo que tenía que hacer, y estarán felices de saberlo.

-Y más cuando se enteren de la historia, por que, ¿se las vas a contar, verdad?

-Por supuesto, ¿que sería de un triunfo sin una buena historia?

Fanfic 3- La última batallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora