Capítulo 3

116 8 0
                                    

En cuanto llegamos a casa, todos corren a recibirnos. Insisten qn que les digamos que pasó, y a la hora de contarles, todos se quedan sorprendidos.

Me voy sin que nadie se de cuenta a visitar a una vieja amiga. Llegó a la enfermería que se encuentra vacía, y entro. A lo lejos escucho un maullido seguido de unos pasos.

-¡Lana!-exclama alguien a lo lejos. Me giro y veo a Audra corriendo hacia acá con mi gato en sus brazos. Cuando llega, me entrega a Buttercup y acto seguido me abraza.

-Buttercup mientras no estoy. No sé quien se encargaría de él si no estuvieras-suspiro.

-Supongo que alguien mas que guste de los gatos-ríe-¿cómo te fue?

-Bien, creo. Fue un viaje largo, y creo que necesito descansar.

-Como asistente médica, creo que necesitas varias horas de sueño para recuperarte-dice orgullosamente.

-¡Casi lo olvido! Ya estás entrenandote para curar enfermos-digo con entusiasmo acariciando el lomo de Buttercup.

-Tardaré dos, sino es que tres años ya acabaré, eso espero.

-Pero serás la mejor-dice una tercera voz. En la puerta, Lory se encuentra sonriendo.

-No te oímos llegar-digo.

-Soy un fantasma, me aparezco silenciosamente-responde moviendo los dedos.

-¿Ya se instalaron bien?-pregunto.

-Sí, este lugar es realmente espacioso. Mas grande que el sitio donde trabajaba antes-responde acercándose a una mesa.

-Y, dime, ¿el caos de la otra noche no interrumpió algo?

-¿A qué te refieres?

-Pues, ya sabes....

-En serio puedes llegar a ser bastante específica-dice alguien más. Cerca de la entrada se encuentra Kili.
-¿Por qué todos de pronto pueden llegar sin hacer ruido?-exclamo.

-Coincidencia-responde él.

-Que sorpresa verte por aquí-musito.

-Lo mismo digo, creí que ya estarías recuperandote de tu viaje.

-¿Y qué te trae por estos lugares?

-Inesperadamente tuve un fuerte dolor de cabeza, y como esas cosas no me pasan normalmente, creí que necesitaba atención médica.

-Ajá, casi te creo. Pero como dije, casi.

-Bah, bueno, ¿Qué opina la experta?-dice dirigiéndose a Lory.

-Estoy segura de que no es nada grave. Tal vez sólo necesitas tomar agua, comer, o...-empieza.

-Clases de actuación-completo la frase. Ambos me miran extrañados a lo que continúo-Aunque en mi opinión te facilitarías la vida si dijeras nada mas que vienes a verla y ya.

-En eso tiene razón-concuerda Lory.

-Los dejaré a solas, tórtolos-digo despidiendome.

-A veces puedes llegar a ser terrible, ¿ya te lo había dicho?-masculla Kili.

-Varias veces, sí. Pero no te quejes, tu también puedes llegar a ser terrible-respondo antes de irme. Suelto una pequeña risa.

-¡Lana, espera!-en el pasillo, Audra se acerca corriendo.

-¿Qué pasa Audra?

-¿Puedo ir contigo? Siento que allá hago mal tercio.

-Sí claro. No te preocupes, cuando tenía tu edad pasé por lo mismo.

-¿En serio?

-Sí, un par de veces. Digamos que mis hermanos creían que si llevaban con ellos a su hermana pequeña, las chicas se acercarían. Y vaya que lo hacían.

-Que gracioso.

-Lo sé. Y cuentame, ¿cómo les ha ido en su nuevo trabajo?

-Un tanto ocupadas.

-¿Por?

-En los últimos días muchos soldados han sido heridos, no con armas, con algo que parecen colmillos...como de wargos

De pronto todo es muy claro. La alianza fue porque hay un peligro que se acerca, y posiblemente sea de gran ayuda tener aliados para vencerlo.
Una nueva guerra se acerca.


Fanfic 3- La última batallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora