La bruja de Blackens | #0 |+18

|Capítulo 2| Los Gasten

Un mes después...

Me quedé quieta, mirando a través de la ventana como mi madre parloteaba con la familia Gasten en nuestro jardín trasero, seguramente tratando de dar una buena impresión sobre mi a pesar de que no me encontraba ahí abajo para recibirlos, ya que me demoré apropósito para poder prepararme mentalmente para jugar el juego de la niña buena que buscaba pareja.

Llevaba un vestido color melocotón con celeste que me ajustaba el torso, enseñando el contorno de mi escote y que se abría en la cadera hasta el suelo, junto a unos tacones celestes. Mi cabello estaba suelto, pero una cinta celeste se ajustaba sobre mi cabeza y me habían maquillado con suficiente pintura como para hacer que todos mis rasgos lucieran más exagerados de lo que ya eran, llevaba un collar de perlas alrededor del cuello, unos aretes de perlas y unos guantes celestes con adornos de flores azules. Me sentía ridícula, en especial con la cinta en mi cabeza, como si fuese alguna especie de regalo que debían desenvolver. Mamá no había aceptado mis protestas y negativas sobre esta reunión, en especial cuando estuve durante semanas actuando tan taciturna y hueca que incluso ella se extrañó, y cuando me preguntó qué me pasaba tuve que mentir y decirle que me sentía triste porque uno de los protagonistas de uno de mis libros había muerto, a lo que ella resopló y dijo que invitaría a los Gasten este fin de semana para ver la posibilidad de una unión.

Claro, como siempre, no tuve ninguna elección sobre esto como en la mayoría de las cosas.

Nunca era mi elección.

Al final bajé las escaleras, apretando los dedos sobre mi estómago, sintiendo el corset quita respiración. Y una vez abajo tomé el camino hacia la puerta trasera, donde la familia ya estaba buscando un lugar donde instalarse en la larga mesa para tomar el té.

Apenas di un par de pasos fuera de la seguridad de la casa hacia ellos antes de que mi madre saltara con alegría, me tomara del brazo y me acercara hacia la familia.

-¡Cariño! Me alegra que por fin hayas bajado a saludar a nuestros invitados -canturreó colocándome a su lado y forcé una sonrisa a mi rostro, tratando de parecer amable y no como si acabara de chupar un limón.

-Es todo un placer conocerlos.

Mentira, mentira, mentira.

Mis ojos estudiaron a la familia Gasten. Sabía de su importancia en el mundo fae, los machos Gasten siempre fueron generales desde que tenían pañales, liderando miles de tropas hacia las batallas. Son conocidos por llevar mil soldados y volver con los mismos mil soldados. Sus tácticas son únicas y la mayoría cree que sus ideas a la hora de la batalla son descabelladas, pero lo descabellado e irracional es lo que ayuda a traer a todos sus soldados sanos y salvos devuelta a sus familias. La mayoría de los faes que se anotan al pelotón lo hacen porque es un honor pelear junto a los Gasten, todos quieren ser parte de su equipo y sin embargo a veces la suerte los envía a otro general.

Algunos rumores cuentan que descienden de dioses guerreros, enviados a este mundo para librarnos de la oscuridad.

Ya, claro.

La familia consiste en una mujer mayor que reconocí como Ofelia Gasten, la hembra de la familia, luego estaba el general Andreus Gasten, su hijos mayor y que estaba siguiendo los pasos de su padre, Valdemar Gasten y por último pero no menos importante su hijo menor, Venecio Gasten, el cual estuvo involucrado en más de un disturbio desde que tengo uso de memoria. Se lo vió en prostíbulos faes, en bares completamente alcoholizado hasta las cejas y se lo atrapó tratando de robar un jarrón de un museo estando drogado con polvos de hada hasta las cejas. Por otro lado, Valdemar era tan firme y recto que en el único escándalo que estuvo envuelto fue en el asesinato de uno de sus soldados, los rumores dicen que Val perdió el control y lo decapitó en un entrenamiento con un corte tan perfecto que la cabeza del soldado se separó de su cuello en un parpadeo, trataron de encerrarlo por ser un peligro público pero su padre convenció a la corona de que lo mantendría firme.