El Diario Robado De Eileen Snape ☆🔮 [Severus Snape × Lectora] >Terminada<

~Nuevo año, nuevas respuestas~

Digamos que aquella noche transcurrió mejor de lo que pensaron.
Se dieron tiempo para hacer que su relación madurara mejor, se prometieron no hacer planes, sólo dejarse llevar, como las olas del mar.

....

Con el inicio del nuevo año, las cosas comenzaron en parte, a tornarse oscuras, y un tanto misteriosas.

La repentina llegada de Heidy Prince a la antigua casa de Snape, vigilandolos todo el tiempo e intrometiendose en sus propios asuntos hizo a Severus dudar de las palabras de su propia tía.
Pero no fue hasta una mañana en la que el pelinegro se adentró en la casa sin previo aviso y notó que entre las pertenencias de tal mujer, se encontraba un frasco con un líquido bastante peculiar.

>>Multijugos<<

De cierta forma, debía de vigilarla.

Así lo hizo, por varias semanas, pero para su fortuna el resultado lo destrozó.

-Madre...-

La mujer dejó caer la taza con té al suelo, y sintió como la sangre subía hasta su cabeza, sintió el pánico apoderarse de su ser.

Había sido descubierta.

-Hijo- dijo firmemente y una oleada de repugnancia recorrió el cuerpo de Severus, aquella palabra eran como un puñal en su corazón, una estaca de traición.

La mujer se dió la vuelta, tratando de no mostrar sorpresa y lo miró con serenidad, aquella serenidad que producía escalofríos.

-Muchacho...- dió un paso pero Snape retrocedió

- basta... tú... ¿cómo has sido así de cínica? Usar la apariencia de Heidy...¿ y todo para qué? Para adentrarte en mi vida, para vigilarme, para ser ahora la madre que nunca fuiste... que por cierto nunca necesité- susurró las ultimas palabras con lágrimas en los ojos -no tienes idea por lo que he pasado. Me convencí de que habías abandonado ésta tierra por toda la eternidad... ahora sólo quiero que te vayas, pero para siempre y no...- fue interrumpido

-Tu padre a fallecido- dijo fríamente y el rostro del pelinegro se tornó en uno muy confundido, estaba estupefacto -quiero que seamos una familia de nuevo, puedo darte todo lo que no te di... ¿Quieres que me aleje de ti realmente?- tomó sus brazos mientras lo miraba con una mirada de comprensión

Severus no tenía palabras, lo había tomado por sorpresa, hasta la muerte de su padre lo había dejado sin palabras.

Finalmente el hombre que más había odiado durante toda su vida yacía tres metros bajo tierra, al igual que James Potter.

Se soltó de su agarre y salió tranquilamente de la casa, cuando sus pasos estuvieron lo suficientemente lejos de aquella calle, comenzó a correr, se cubrió el rostros y corrió por las calles mientras apretaba los puños con fuerza al punto de hacerse daño.

Necesitaba estar solo, todo aquello había sido un baldazo de agua fría, sucia y fría.
Una maldita pesadilla, y quería despertar de inmediato.

Tenia tantas dudas, ¿por qué después de tanto tiempo ella había aparecido y más ahora que tenía alguien a su lado?

Comenzó a pensar en aquellas cosas que había dicho de Ariadna; "esa chica te está cambiando"
"¿realmente te ama o te teme?"
"No te conviene Severus, búscate a una mujer con mejor estatus social"
"yo si fuera tú, la vigilaria, o me apartaría de ella"
"es muy extraña"
"¿realmente te ha dicho todo de su vida?"
"Yo no confiaría en alguien que no tiene familia, y menos que te oculta cosas de su pasado"
"es muy joven para ti"
"no tiene futuro"