Capítulo 3.

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Por la mañana Seonghwa despertó solo escuchando ruido fuera de la habitación, una voz de mujer hacia eco con su risa en el salón, el pelirrosa salió descalzo por el pasillo hasta llegar a la sala desde donde se veía la cocina en un solo espacio, una chica estaba sentada en una de las sillas del comedor y su dueño estaba de espaldas solo con un pantalón de pijama bastante abajo a decir verdad.

La chica miró a Seonghwa extrañada, lo barrio arriba abajo dándose cuenta de la desnudez de sus piernas y cuando el hibrido camino hacia el rubio el movimiento le dejó ver a la chica la piel desnuda de los glúteos del moreno, ella estaba pasmada y no salió de su trance hasta que vio que el conejo se le abrazo a Mingi por la espalda escondiendo el rostro en su espalda.

Mingi sabía que vendría en cualquier momento así que no se asustó cuando lo abrazo, en realidad estaba agradecido de tener justo en ese momento al pelirrosa, lo salvaría de una.

Yuna, era linda y era un acostón frecuente cuando necesitaba sacarse las ganas, pero, ella hacía unas semanas había estado siendo molesta e insistente, no por que quisiera sexo porque el rubio en ese caso estaría muy agradecido por un sexo mañanero antes de ir a trabajar, el asunto es que ella ni si quiera iba por sexo, se quedaba a desayunar o a veces le llevaba comida a Mingi para su trabajo, regresaba por cualquier pretexto y eso estaba comenzando a frustrar al rubio.

Ella era una gran amiga, solo sexo, pero no sabía como decirle que lo dejara en paz fuera de eso o fuera de sus salidas grupales con otros amigos, el no quería tener que atender a alguien por la mañana, le gustaba su soledad.

—Ya habías tardado en despertar, estaba apunto de llamarte —dijo el rubio apretando la manita de Seonghwa que le rodeaba el abdomen.

La chica se levanto acercándose por el otro lado de la barra.

—Mingi ¿quién es este? —lo barrió de nuevo y justo el pelirrosa le arrugó la nariz sacando una amenaza para que se alejara, se abrazó más fuerte al rubio.

—Se llama Seonghwa, es mío —el híbrido se sonrojo y su corazón golpeteo fuerte.

Mingi había dicho que era suyo, y lo había dicho en un tono tan lindo que el hibrido se volteó para que la mujer no mirara su sonrojo, se abrazo más fuerte al rubio y este no dijo nada más.

—Creo que debo apurarme o llegare tarde al trabajo, hasta luego, llámame —tomo la bolsa de pan que había llevado y su café y salió azotando la puerta tan rápido como salió.

Mingi sonrió victorioso, se sentía bien, ¿acaso el estaba ronroneando en su espalda?, le apartó las manos de su abdomen marcado y se giró a verlo de frente, el híbrido estaba con un color rosado en sus mejillas haciéndole juego a su cabello, la marca de la almohada marcada en el lado derecho y la camisa holgandole debajo de las clavículas por lo ancha que era.

🐰¡Little Bunny!🐰 [MinHwa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora