ESPECIAL JIMSU

551 74 70
                                    

Jimin acaricio con delicadeza los pálidos dedos que sostenía entre sus manos, estaban fríos y muy tensos, trataba de masajearlos con ternura mientras observaba a la enfermera realizar su trabajo.

Ella le había dicho que era importante mantener terapias de fisioterapia en Yoongi mientras él no pueda moverse, de esta forma no tendría problemas de movimiento una vez este despierte.

O algo así había dicho, la verdad es que no había puesto tanta atención, al menos no la necesaria.

Estaba tan cansado.

Sus ojeras eran notablemente enormes, jamás en su vida había imaginado que llegaría a tener tantas.

Pero siendo sincero, en su vida habían pasado tantas cosas que jamás hubiera imaginado.

Había dejado de ser el miserable hermano menor de una familia poderosa y se había convertido en alguien digno de ella.

Había conocido al amor de su vida y se aseguró de protegerlo de todo daño.

O eso había intentado.

Había fallado.

Y nuevamente se encontraban en ese lugar. La diferencia es que anteriormente, el mismo escenario se presenciaba ante sus ojos, pero el protagonista de este escenario no estaba con tubos a su alrededor, con la cabeza vendada por una impecable venda blanca y lo más importante, no estaba en coma.

Anteriormente, Yoongi solo dormía y sus heridas habían sido tratadas y curadas.

Recordaba perfectamente el cómo se había sentido consigo mismo cuando vio al Alfa que tanto le gustaba; en una cama, herido y maltratado.

Habían pasado varios años de eso, la verdad, Jimin ni siquiera lo recuerda, después de todo, cuando uno es feliz, el tiempo pasa rápido y no eres capaz de notarlo.

Lo había conocido hace años, él tenía aproximadamente unos 14 años y, si sus cálculos no fallan, Yoongi debía de tener 16 años.

Fue en una cena de año nuevo con gente importante, la verdad es que Jimin odiaba estar en lugares como esos, llenos de gente estirada y adinerada que se sentían mejor que tu solo por su posición social.

Pero odiaba más ese tipo de cenas.

Honestamente solo estaba ahí por su tía, ella no llevaba mucho tiempo de haberse integrado a ese tipo de "sociedad" por lo que, para ganar una buena reputación, debía de estar en todas las cenas y celebraciones que se llevarán a cabo. Pese a que también las detestaba.

Fue cuando intentó escapar a los baños para darse un respiro que lo vio.

Estaba descalzo, con un traje blanco que lo destacaba de los demás, pues los invitados iban de negro, y aquellos que destacaban por sus vestimentas coloridas, eran los Alfas.

Los de Azul, eran aquellos que se venderían como esclavos.

Los de Blanco, serían aquellos que se venderían a la Elite.

La Elite, en pocas palabras, eran aquellas personas de alto rango, que pertenecían a las familias más poderosas del país, como el presidente, vicepresidente, miembros del consejo, etcétera.

Estos, eran usados de la forma en que sus "dueños" quisieran, no había una restricción estricta para el trato que estos recibieran.

El Alfa frente a él, sería vendido a esas sanguijuelas.

Jimin los observo detenidamente durante algunos minutos, sin ser notado hasta que su aroma se hizo espeso, señal de su molestia, cuando el Alfa comenzó a llorar y se dejó caer a los pies de sus padres, suplicando algo que nunca llegaría.

Omegas Hierarki /KookV/ Jimsu/ OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora