𝐃𝐄𝐋𝐈𝐂𝐀𝐓𝐄 | 𝖷𝖺𝗏𝗂𝖾𝗋 𝖳𝗁𝗈𝗋𝗉𝖾

𝐈𝐈𝐈

"𝐇𝐞'𝐬 𝐝𝐞𝐚𝐝"

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El festival era hermoso,

Si había algo que caracterizaba a Nevermore es lo ostentoso y mágico.

Llegue junto a Davina y Silas, se suponía que vería a Xavier ahi.

Davina ya sabía lo de mi según ella cita con el, Salem como el alma chismosa que es corrió a contarle absolutamente todo, ella escogió mi ropa e incluso me maquillo un poco, era algo leve pero aun así resaltaba mis facciones.

—¿Qué quieren hacer chicas? — Silas nos rodeo los hombros con su brazo — ¿Vamos a atormentar a algunos normis?— sonrió, Davina soltó una carcajada y lo miró negando, finalmente ella se quitó el brazo de Silas.

—No se por que siento que esa pregunta fue en serio — dije con temor — Nada de atormentar a normis mientras no estoy chicos — advertí

—¿No vendrás con nosotros peli peli? — frunció el ceño.

—Nuestra pequeña pelirroja tiene una cita — Davina me picoteo el estómago, Silas me jalo hacia atrás rodeándome con sus brazos en un intento de protegerme.

—¿Una cita?— agachó su cabeza por un costado para poder verme a la cara—¿Con quien?

—Conmigo —Xavier hizo acto de presencia, se le veía serio mientras miraba el brazo de Silas a mi alrededor, ambos se quedaron mirando unos segundos completamente serios, quite el brazo de Silas y me acerque a Xavier, lo mejor era que nos fuéramos ya antes de hacer esto mas incómodo

—Nos vemos después chicos — les sonreí mientras tomaba el brazo de Xavier para comenzar a alejarnos.

— No sabía que tú y Blackwood eran tan cercanos— comentó  aun con expresión seria

—Solo somos amigos —aclare, el asintió con una sonrisa.

— ¿Qué te gustaría hacer primero Riss?

— Vamos a jugar un par de juegos antes de subirnos a la rueda, quiero los mejores lugares para ver los fuegos artificiales — lo mire emocionada.

— Lo que tú mandes mi señora— me dijo tomando mi mano — hay demasiada gente, es para que no nos separemos.

Su calidez era extraordinaria, mis manos siempre estaban frías pero las de el eran tan cálidas que me provocaba un calor en el corazón que no sabía explicar.

—Vamos allá— señale un puesto de puntería, al llegar, tome un par de dardos y le di otro par a él— ¿Qué tan buena es tu puntería Xavier?— pregunté burlona

—Muy buena, Justo ahora tengo un blanco en mente al que definitivamente me ganaré — mencionó mirándome coqueto.

—¿Ah si? Pareces muy seguro de ti mismo — lo mire directamente a los ojos, cada vez que lo hacía sentía como si hubiera tomado una poción mal hecha, el estómago se me revolvía y sentía un cosquilleo en mis manos.