🌷|𝐃𝐞𝐥𝐢𝐜𝐚𝐭𝐞
En donde Gaia Edevane hace su mejor esfuerzo por tratar de escapar de la maldición de su familia y su mala reputación.
O
En donde Xavier Thorpe trata de conquistar a la pelirroja con la que ha estado soñando mucho antes de que...
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En cuanto los padres de Merlina se acercaron a saludar a mis padres aproveché para acercarme al banquete, sin embargo antes de si quiera poder llenar mi plato fui sorprendida por Merlina que se limitó a tomar mi brazo y obligarme a seguirla.
— ¿Merlina? ¿A donde vamos? — pregunte tratando de seguirle el paso
— Solo sígueme.
Confié en ella sin chistar.
Comprendí todo al llegar al hospital, mis entrañas se revolvieron y el nudo en mi garganta se hizo presente a medida que nos acercábamos, de pronto la boca se me secó y la presión en el pecho se hizo más fuerte al entrar a la habitación.
Eugene se encontraba sobre la cama tranquilo, parecía que solo dormía y lo creería de no ser por los cables y tubos a los que estaba conectado.
Ni si quiera note el momento en el que Merlina se acercó y colocó un frasco de miel frente a el, una pequeña sonrisa salió de mis labios ante el detalle. Merlina jamás expresaría sus verdaderos pensamientos sin embargo pequeñas acciones eran las que hacían notar que no era tan indiferente ante los demás como uno creería.
— Es de la colmena número tres — hizo una pequeña pausa, imagine que era para encontrar las palabras correctas — las abejas te extrañan Eugene, igual que todos.
Me acerqué con lentitud y tome con delicadeza su mano, seguía siendo cálida al igual que su aura, sabía que estaba tranquilo y sobre todo que se encontraba bien dentro de lo que cabía.
— Eres muy fuerte Eugene — mis ojos picaron debido a las lágrimas que anhelaban salir — Extraño mucho a mi rey de la colmena, despierta pronto Zumbador
— Gracias por cuidarlo — levante la mirada y fue ahí donde me di cuenta de la presencia de dedos — ¿Algún avance? — preguntó, sin embargo este negó. — El no se lo merecía — aun que su expresión seguía siendo la misma podía sentir lo molesta que estaba — Yo debería estar en esa cama — se lamentó — ¿Por que te fuiste sin mi?
— No digas eso Merlina — me levante acercándome a ella — Eugene tomo su decisión, no digo que haya sido correcto pero se que no le gustaría ver cómo nos lamentamos por el, fue muy valiente al ir el solo algo idiota pero leal — ella me miró y por un momento logré ver una pequeña sonrisa en su rostro — Es un increíble amigo al que le debemos nuestra vida
— Lo es — asintió
Una mano nos sobresaltó al tocarnos, dos mujeres que yo ya conocía estaban frente a nosotras, eran las madres de Eugene.
