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Es horrible la sensación que te inunda cuando te das cuenta de que no tienes nada, no tienes con quien y mucho menos a donde ir... Pero el sentimiento que te abarca cuando todo parece arreglarse es lo mejor del universo, sin duda alguna. Te hace apreciar las cosas o pocas cosas que tienes de una sobremanera.

-Vámonos hermosa- Sus labios capturaron los míos con una dulzura increíble, el simple roce de sus suaves labios me subía a las nubes. Se alejó de mis labios para luego depositar un tiemno beso en mi frente. Tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos y mi pulso una vez más se aceleró

-Espera- dije limpiando mis lágrimas que aún permanecían en mis mejillas. Regrese y tome mi bolsa que momentos antes había dejado caer al piso. Volví rápidamente con Wednesday y la abrace como si hace años que no nos veíamos. Una vez más tomo mi mano entrelazando nuestros dedos.

Llegamos a casa de Wednesday, ella se bajó y tomo mis maletas.

-¿Me dejarás quedarme?- pregunte con una enorme sonrisa, me miro y bajo las maletas para caminar hacia mí. Los nervios me carcomían, me sentía tan estúpida.

-Yo no te dejaré sola- acaricio mi mejilla -Más bien...- sonrió -No te dejaremos sola- con su pulgar desapareció la lagrima que se había escapado.

-Te amo Wed- me até a su cuerpo y escondí mi rostro en su pecho.

-Te amo Enid- susurro en mi oído

Dejo mis maletas en el living y en solo dos segundos ya la tenía abrazada a mí.

-¿Ley?- le pregunte rodeando su cuello con mis brazos. Bajo la mirada.

-Me detesta- soltó una carcajada.

-Eso es imposible- pase mi mano por su cabello.

-No, no lo es. Ley está sentida conmigo- oculto su rostro en mi cuello donde comenzó a dar pequeños besos.

-¿Y por qué esta sentida?- algo me decía que yo era la responsable.

-Le grité- saco su rostro y una vez más miro hacia abajo -Pero seguro se pondrá muy feliz cuando te vea- sonreí y bese fugazmente sus labios.

-Ven- le dije tirándola del brazo para caminar hacia la sala.

-No.... - dijo pero ya había entrado y visto la mesa central hecha trisas,

Me gire hacia ella con los ojos como platos. -Si me ponía a recogerlo, no hubiera llegado al aeropuerto- subió los hombros. -Eres una tonta- la golpe -Te pudiste haber lastimado- rió aunque no le encontraba la gracia. La sala estaba llena de vidrios. -Hay que levantarlo, la niña se puede lastimar.- le dije soltándome de su abrazo.

-Hey hey- me tomo de la cintura -Tenemos que limpiar más aparte de eso- señalo el cadáver de la mesa -Pero solo tenemos tres horas para nosotras solas y las quiero aprovechar- señoras y señores... Mori.

-¿Que no es lo único que rompiste?- pregunte sorprendida tratando de controlar mis hormonas ante sus sensuales palabras.

-...Digamos que tal vez será necesario que me mude contigo- por mi encantada.

-Wednesday Addams- dije negando con la cabeza -¿Qué hiciste?- sonrió tímida, ya me imaginaba lo que había pasado con su habitación.

-Enid- suspiro acariciando mi brazo de arriba abajo -No me vuelvas a lastimar así- una horrible punzada en mi pecho y estómago

-Jamás me lo perdonaré, Wednesday- no sé cómo era posible que siguiera teniendo lágrimas -Eres lo más valioso que tengo y no te quiero perder...nunca- remarque.

-Ya- dijo sosteniendo mi rostro por las mejillas -A partir de ya todo olvidado- posiciono sus labios sobre los míos y se separó lentamente. -Vamos- regreso por mis maletas y subimos las escaleras corriendo. Llegamos al piso de arriba y me guiaba hacia mi antigua habitación. Entramos y dejo las maletas de golpe en el piso y me rodeo por la espalda con sus brazos a la velocidad de la luz. Me gire sobre mis talones para poder verla de frente y su celular comenzó a sonar. Cerró los ojos molesta, reí. -No le encuentro la gracia eh- rodó los ojos sacando su celular.

-Por eso mismo te digo Am- hundí mi rostro en su cuello y lo mordi suavemente. Sus dientes aprisionaron su labio inferior, me encantaba que hiciera eso. El teléfono dejo de sonar y una pícara sonrisa apareció en su rostro. Seguí jugando en su cuello, degustando cada una de sus marcas de belleza. Cerré los ojos disfrutando de sus besos y caricias.

Me, Myself and Her | Adaptación | Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora