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POV. WEDNESDAY

-No tardes- pasó sus brazos por mi cuello atrayéndome hacia ella.

-No tardaré- le confirme uniendo nuestros labios.

-Son unas dramáticas- interrumpió Yoko. Divina rió. -Irá al baño por menos de dos minutos y se despiden como si no fueran a verse por días.-

-No te metas- riendo la golpeó una vez más Enid.

-Déjalas entrometida- dijo Divina antes de llevársela seguramente a la pista de baile improvisada. La cual ahora teníamos enfrente. Por más que me había negado Enid me había hecho entrar a la casa. Atrape su labio inferior suavemente, mientras que ella hacía lo mismo con mi superior. Rosaba mi lengua con sus labios pidiéndole la autorización aunque claramente no la necesitaba. Entre abrió los labios permitiéndome que ambos miembros bucales se declararan una guerra.

-Te acompaño- susurro entre besos.

-No- reí -Aquí no- bufo con fastidio y volvió a cortar la distancia entre nosotras. -Vamos a casa- tres horas ahí ya había sido más que suficiente. Di que si, Di que si. Mordió su labio inferior y me miro risueña.

-Me despediré de Yoko y te espero en el auto- una vez más beso mis labios antes de perderse entre la multitud.

Subí corriendo las escaleras, corriendo entre comillas ya que era difícil subirlas con tanta gente en ellas. Caminaba tratando de recordar las indicaciones de Yoko para llegar al baño hasta que finalmente lo encontré, mire hacia la ventanilla de arriba de la puerta y el foco estaba apagado. Entre.

Termine de lavar mis manos y me di la media vuelta para secarme y justo cuando tome la toalla blanca la luz se apagó.

-Mierda- dije en un susurro al creer que la luz se había ido. Pero no era así ya que la música seguía sonando fuertemente, al igual que las risas y gritos de los presentes. Di dos pasos tratando de acercarme a la puerta o tan siquiera al lavabo y así poder llegar a la puerta. Ya que era una obscuridad total. A lo mucho entraba poca luz por la ventana de arriba pero aun así no lograba ver nada.

Toque la perilla de la puerta, pero un par de manos se posaron en mi abdomen. Estas subieron y bajaron lentamente, cosa que hizo que me relajara.

-Dijiste que me esperarías en el auto- no hubo respuesta por su parte más que un par de besos en mi cuello. Decidí seguirle un poco el juego. Comenzó a empujarme lentamente hasta que choque con el retrete, donde me hizo sentarme. Esperaba que se acercara, era tan molesto no poder verla. Estaba por pararme cuando el sonido de un zíper me hizo quedarme pegada al 'asiento'. Sentí sus manos en mis hombros y seguido se sentó en mis piernas. Me integre al juego, puse mis manos en su cintura ahora desnuda y hundí mi rostro en su cuello.

-¿Cambiaste de perfume?- pregunte antes de hincar mis dientes sobre su piel. Sus manos se enterraron en mi cabello empujando mi cabeza hacia atrás, sentía sus besos sobre mis mejillas, frente, labios. Trate de alcanzarla para poder besarla pero bajo por mi mandíbula hasta mi cuello. El contacto de su lengua con mi piel me hacía erizarme por completo. Tironeaba de mi camiseta así que decidi ayudarla alzando mis brazos. Recorría cada centímetro cuadrado de mi abdomen y pechos, mientras segula jugando conmigo, provocándome besaba la comisura de mis labios y justo cuando intentaba besarla se corría. Finalmente la tome del cuello y la atraje hacia mi uniendo salvajemente nuestros labios. Rápidamente me separe de ella. Al sentir el sabor del alcohol... ¿Alcohol? -¡Joder Wednesday! ¡Hasta ahora te das cuenta!- Su sabor, su olor, sus besos incluso la textura de su piel, su tamaño y su peso ¡Todo era diferente! Mierda ella no era Enid.

Me, Myself and Her | Adaptación | Wenclair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora