Sparrow estaba entre la espada y la pared. Duchess lo pilló inesperadamente. ¿Qué respondía?. Su mente estaba en blanco y no era capaz de inventar una excusa. A no ser... sí.
— Pues exactamente así es — mintió actuando lo mejor que pudo — Alexia es una buena chica y me entiende mejor que nadie — las palabras le salieron solas de la boca.
La bailarina rió burlona.
— Vaya, el gran Sparrow Hood saliendo con una princesa burro — expuso con una sonrisa falsa.
El rockero apretó los puños para calmar el enfado que apareció en su interior. Sigiloso, se tocó el anillo que le regaló Alexia.
— Eh... ese anillo no te lo he visto — la cisne agarró la muñeca del contrario, mostrando demasiado interés en la joya.
— Me lo ha regalado ella — argumentó el pelirrojo metiéndose en su papel de "chico que ya tiene a alguien que lo ama, lo entiende y lo respeta".
— Sparrow, ¿por qué tardas tanto? — Alexia intervino en la conversación.
El varón sonrió e improvisó un apego cariñoso con la asno.
— ¡Mi amor! — exclamó abrazándola.
La francesa no entendía el comportamiento tan acaramelado del rockero.
— ¿Qué te ocurre? — puso cara de confusión.
— Te he echado de menos — replicó él sin soltarla.
— Pero si acabamos de estar juntos hace cinco minutos — la princesa se encogió de hombros.
— Es que no me gusta estar sin tí — el pelirrojo guiñó un ojo para que la más baja entendiera que todo era actuado.
Alexia entendió y también se metió en su papel de enamorada.
— ¡Ay, mi vida! — correspondió al "abrazo" — Eso es muy dulce viniendo de tí.
Duchess observaba con un poco de asco. No le gustaban las parejas súper dulces y románticas.
— A ver, ven aquí — la morena agarró al chico de la camiseta para hacer que se agachara y así poder besarlo en los labios.
A Duchess se le saltaron las plumas de la impresión. ¿Cómo era posible que hubiera una chica que se atrevió a besar a Sparrow, así de directa y sin pensarlo mucho?.
El pelirrojo notó que sus mejillas ardían. Ahora sí que perdió el juicio.
— Agh... yo me largo de aquí — la cisne se marchó dando saltitos de ballet.
Al fin los compañeros de cuarto (o quizá algo más, quien sabe) se separaron del beso.
— Vale, eso fué inesperado — admitió el oji verde todavía procesando lo que acababa de pasar.
Alexia se echó a reír hasta que las lágrimas se le salieron. Sparrow vió a su alrededor, en busca de aquello que la hizo reaccionar así. No había nada ni nadie.
— Tus labios — le informó la oji celeste casi sin poder respirar de lo que reía.
El mayor se acercó a un espejo que había cerca. Ya entendió la causa del ataque de risa de su compañera: al besarlo le pintó los labios.
— Mira el lado bueno — lo animó Alexia cuando se tranquilizó — El rosa chicle te queda muy bien.
— Podrías haberme avisado de que apenas te lo pusiste — el rockero puso los brazos en jarras.
— Lo siento — la princesa le dió una toalla desmaquillante.
El contrario cogió la toalla y se quitó la pintura de labios. Aunque quedó un poco en ridículo el beso le gustó, deseaba recibir más... o darlos... ejem, ¿en qué estaba pensando?. Era fingir, simplemente, tampoco es que se fuera a enamorar de verdad.
Esperaba.
✨🎵✨🎵✨
En la cafetería había bastante gente desayunando y hablando. Cogieron su desayuno y se sentaron con Elisabeth.
— ¡Eli! — Alexia se reunió con ella, emocionada por volver a verla.
— ¡Ale! — la alemana no evitó las ganas de abrazarla.
Después del abrazo tomaron asiento. Elisabeth estaba eufórica.
— Tengo noticias que darte — saltó tratando de contener la necesidad de gritar de la felicidad.
— Cuenta — se impacientó Alexia.
— ¡Sophie y Evangeline van a venir aquí! — soltó la campesina con entusiasmo.
Ambas amigas gritaron bajo para no ser el blanco de algún maestro gruñón que quisiera amargarles el reencuentro y las buenas noticias.
— ¿Amigas vuestras? — el chico tuvo curiosidad y se metió en la tertulia.
— Claro; Sophie es la hija del hombre que perdió su tiempo; y Evangeline la hija de la niña de la caja de cristal — explicó Elisabeth orgullosa de dar a conocer a más amistades suyas.
— ¿El hombre que perdió su tiempo? ¿La niña de la caja de cristal? — el pelirrojo abrió sus ojos verdes de gato con sorpresa antes de dar un sorbo a su café.
— No son historias tan conocidas como Cenicienta o Blancanieves, pero aún así merecen tener más atención de la que reciben — zanjó Elisabeth dando un pequeño puñetazo en la mesa.
— No puedo esperar a verlas — añadió Alexia mientras comía su trozo de pastel de zanahoria.
Entonces Blondie se acercó a ellos con emoción.
— Perdonad, ¿es eso cierto de que Sparrexia existe? — formuló con una sonrisa de oreja a oreja.
Por arte de magia, Sparrow y Alexia se detuvieron y se quedaron mirando sin tener idea de que hacer o contestar.
El rumor que Duchess se inventó hizo que todos creyeran que era verdad.
¿Era necesario seguir fingiendo que se amaban?.Por desgracia sí.
Continuará
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La novata y el rockero (EAH)
FanfictionAlexia Donkey, una princesa tranquila, va a tener que convivir con Sparrow Hood tras un inconveniente con el susodicho. Sin embargo, no se espera que ya lo conociera de algo, y esa "amistad" se verá en peligro cuando haya muchos partidarios en contr...