Dominando al Diablo © +18 | Libro #2 | Genes Perversos

Capítulo 5

No más de una vez.

Drake Lam.

(Otra perspectiva del epilogo)

Con las últimas me pruebo el maldito traje que me da Fernando, estoy ebrio hasta el culo, pero últimamente es la única manera en la que me siento bien.

- Ese se te ve mejor -dice distraídamente mientras coquetea con la asistente.

- Esto es absurdo -digo quitándome la corbata que no hace más que estorbándome el cuello.

Ni siquiera me quisiera casar si no fuera por tener las centrales.

Todo es una mierda últimamente.

Me quite la chaqueta, quedándome en el pantalón y la blusa blanca, mientras volvía a pedir de la misma botella. Apenas me sirvieron en el vaso me lo trague de un tirón.

- Cuando tengas las dos centrales verás que es lo menos absurdo que harás en tu vida. Ante diría que es lo mejor que puedes hacer.

Fernando habla desde atrás despachando a la asistente para que nos quedemos solos, sin que nadie escuche todas las pendejadas que tiene por decir.

- Solamente tienes que soportar un año de casados o unos pocos meses y podrás volver a tu vida de soltero y no casarte nunca si quieres.

«Es lo que quisiera»

Unos ojos grises se me cruzan por la cabeza y vuelvo a tomar de nuevo. Odio cuando me pasa eso.

- Pero por lo pronto tendremos que mantener las apariencias, ya que no queremos que digan que solo te casaste por la central, y con la boda podrás demostrar lo ''enamorado'' que estás de Lara. Espero unos buenos votos.

«Prefiero tirarme del altar»

- Que estupidez -Lara no me interesa ni para un polvo.

- Estupidez no es y mientras sea hija de Adriano menos, ¿o no será que esto es por el incidente de hace meses? -se puso serio-. No me digas que sigues pensando en la hija de ese criminal.

- No -fue lo único que respondí, aunque la mención se sintió como una púa en mi pecho.

- Tienes que agradecer que fui el primero y único en esterarme de lo que estaba ocurriendo, porque si ese video donde te revolcabas con esa criminal hubiese llegado a manos de Adriano, seguro te hubieran retirado el puesto.

- ¿Cuantas veces te tengo que explicar que solo estaba haciendo mi trabajo?

- Esas miradas y tantas salidas innecesarias no eran sólo trabajo. Yo los vi Drake, porfavor no me mientas soy tu padre y te conozco como si te hubiese parido.

Me miró fijamente y yo desvié la mirada concentrándome en el trago que tenía en la mano.

- Como sea, igual ya está lejos de nuestras vidas y lo mejor es que no hemos vuelto a saber de ellos -se arregló las mangas del traje, llamando de nuevo a la asistente para que preparará el traje que íbamos a llevar.

«Lejos de nuestras vidas »

Cada vez que lo pensaba esas palabras sabían más amargas en mi boca.

Salí sin esperarlo, «me estaba sofocando ahí adentro»

Yo me largaba en mi maldito auto, y si el quería se podía ir en un taxi. Con las últimas me pude sentar de copiloto y baje las ventanas para que entrara aire.

- ¡Drake no te atrevas a arrancar! -gritaba Fernando en la puerta de la tienda.

- Tarde -me baje los lentes y me levante la botella conduciendo con una mano.