Accord.
Iris Ferrari.
(Mismo tiempo del capítulo 4)
Diez horas antes.
No podía dejar de mirarme en el espejo que tenía enfrente, y tocaba la tela como nueva manía, sin duda era uno de los vestidos más preciosos que había visto.
Las sirvientas presentes me alagaban sin parar, y yo devolvía los cumplidos con una gran sonrisa.
- Vas a ser la novia más hermosa -me alagaba la mujer mayor que hacía los retoques-. ¿O no niño Theo que está muy bonita?
La mujer me estaba contado que ya trabajaba para los Leroy desde hace muchos años y los consideraba como sus propios hijos.
- ¿Ehm?
Theo estaba distraído desde la puerta con los brazos cruzados, pero en cuanto vio que me había dado la vuelta su cara subió, quedando pasmada.
- ¿Me veo mal? -le pregunté nerviosa por su expresión.
- No -sacudió la cabeza-. Te queda muy bien... es un bonito violeta.
Como era de esperarse mi vestido era violeta y aunque entendía un poco la fascinación de Judas por el color, ya que era el color de sus ojos no lograba entender del todo porque.
- ¿Entonces si te gusta como se me ve?
Di otra vuelta haciendo crecer aún más mi sonrisa, ¿podría ser que estuviera más feliz?
- Estás preciosa, hisopo -sonrió conmigo, pero su sonrisa se fue apagando y volvió a distraerse de un momento a otro.
- ¿Pasa algo?
- Creo que deje la plancha encendida en mi habitación.
- ¿Tú planchas? -le pregunté con el ceño fruncido.
- Si -me miró-. Quiero decir no -empezó a contradecirse-, plancho si, pero mi cabello.
Señaló su cabello con obviedad.
- Ahora entiendo porque lo tienes tan lacio -le apunte con el dedo-, según tú era que habías cambiado el acondicionador.
- Oye mi cabello es perfecto, pase por el proceso que pase, además estoy queriendo volver a mis rizos definidos, pero cuesta mantenerlos y lleva tiempo darles amor para que crezcan como deben.
Sacudí la cabeza riendo.
- Igual como sea, ya regreso -se fue desapareciendo por la puerta.
- Nunca lo había visto así -me dijo la anciana.
- ¿Perdone?
- Me refiero al niño Theo -explicó y la seguí escuchando-, no muestra su sonrisa tan seguido porque es muy reservado, tuvo una infancia difícil, pero me alegra que usted lo haga sonreír con tanta facilidad.
- No me había dado cuenta la verdad -dije sinceramente y ella me sonrió.
- Tal vez sea algo muy bueno tenerla en la familia.
Es cierto que Theo es muy callado cuando está rodeado de otras personas, pero por alguna razón conmigo nunca había sido así, incluso cuando nos conocimos. Aunque no negaré que en su momento si me daba curiosidad saber el porqué, y una vez que lo supe entendí su punto.
"Jugábamos en el arrollo cerca de la reserva, aún éramos niños y este era mi segundo año seguido en este lugar.
- ¿Porqué eres tan callado con los demás?
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Dominando al Diablo © +18 | Libro #2 | Genes Perversos
RomanceLibro 2: La obsesión también es una condena. Meses han pasado desde el último avistamiento de Iris Ferrari. El General se encuentra desesperado por hallarla para que la organización no se le venga abajo. Salió a la luz un gran error clandestino entr...