Capítulo 2

7.1K 251 78
                                    

Me llegó un mensaje de Gavi, el chico que había pasado completamente de mí y me había faltado al respeto hoy. Lo abrí con cierta curiosidad y nerviosismo, preguntándome qué tendría que decirme después de su actitud durante el entrenamiento.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Decidí darle una oportunidad y perdonar a Gavi, a pesar de su comportamiento extraño. Guardé mi teléfono y decidí distraerme un poco.

Llamé a mi amigo de toda la vida y tuvimos una larga videollamada, recordando viejos tiempos. Sin embargo, después de un rato, me aburrí y decidí colgar.

Decidí salir a la calle para hacer algo más emocionante. Llamé a Sira para ver si quería unirse a mí, y ella aceptó de inmediato, también aburrida.

Nos encontramos en la calle y pasamos toda la tarde juntas, disfrutando de la compañía del otro y haciendo cualquier cosa que se nos ocurriera. Fue una tarde divertida y necesaria para alejar el aburrimiento.




*****


Más tarde, nos dirigimos al entrenamiento que tenían programado por la tarde. Para mi sorpresa, también estaban los jugadores de Argentina.

Me acerqué a Ferran, Sira, Pedri, Ansu y Gavi.

— Ey chicos, —saludé. Sira se aproximó para darme un abrazo, mientras los demás respondieron con un simple "hola", incluido Gavi.

— Oye, ¿quién es ese chico? —pregunté, señalando a un joven moreno con una mandíbula bien definida y una altura imponente.

— ¿Ese de ahí? —preguntó Pedri, y yo asentí.

— Es Alejandro Garnacho, jugador del Manchester United. ¿Por qué preguntas? —explicó Ferran.

— Me parece guapo simplemente, —dije, aún observándolo mientras entrenaba.

— ¿Quieres que te acompañe a hablarle? Así le pides su Instagram, tía, —sugirió Sira.

— Bien, vamos, —respondí, y Sira me tomó del brazo mientras nos dirigíamos hacia el entrenamiento de la selección Argentina.

Miré hacia atrás y noté la expresión de celos en los rostros de Pedri y Gavi. Sin embargo, no me importó, ya que mi mente estaba centrada en el atractivo jugador argentino. Sira y yo nos colocamos frente a él, y él nos miró con curiosidad.

—Hola—dije, sintiéndome un poco cohibida.

—Hey, ¿qué tal? Soy Garnacho, ¿tú?—dijo él, con una sonrisa amistosa.

—Me llamo Laia Hernández, encantada— respondí, intentando mantener el contacto visual.

—¡No jodas, no sabía que Xavi tuviese una hija tan guapa!— exclamó él, con una sonrisa pícara.

—Oh, gracias— murmuré, sintiendo un ligero rubor en mis mejillas.

—Oye, ¿te importaría pasarme tu Instagram?— preguntó Garnacho, mostrando su interés.

—Claro, sin problema—contesté con una sonrisa. Tomé su teléfono y le escribí mi nombre de usuario de Instagram.

—Ya está, luego te mando solicitud también— añadí, devolviéndole su teléfono.

—Vale, bien, nos vemos—dijo él, con una mirada amistosa.

—Chao—le respondí, devolviéndole la sonrisa.

Sira me miró y me sonrió, claramente divertida por la situación.

—Cállate—le dije a mi mejor amiga, adivinando a qué se refería.

—Vamos a conocer a los demás—sugirió Sira, cambiando de tema.

Nos dirigimos hacia otros jugadores, buscando a De Paul, Di María, Paredes, Messi, entre otros.

Después de conversar y conocer a algunos de los jugadores, regresamos con los chicos. Antes, había solicitado a Garnacho en Instagram y revisé sus historias para tener más información sobre él.

—¿Qué tal con Garnacho?— preguntó Ansu, curioso.

—Genial, me ha dado su Instagram— dije con una sonrisa radiante. Observé cómo Gavi rodaba los ojos, claramente desinteresado.

—Bueno, me voy ya— dijo Gavi, despidiéndose de todos con indiferencia, excepto de mí, y se marchó.

Una sensación de desconcierto invadió mi mente. "¿No que me había pedido perdón?", pensé con cierta molestia. "Menudo idiota", agregué en silencio.

—Sí, yo también me voy. Chau chicos— anuncié, dando por terminada mi estancia en el lugar. Antes de partir, eché un vistazo hacia el equipo argentino. Para mi sorpresa, Garnacho me guiñó un ojo con complicidad.




















¿Gavi celoso?

GARNACHO TE AMO

Mis chicos de traje| Pedri González y Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora