Jardín. 𔘓̵ Spruan.

はち

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  Spreen tenía sus ojeras por los suelos, sus ojos ardían y no paraba de bostezar. Habia tenido un mal sueño, en donde el hechicero tuvo un accidente y por eso mismo no llegó esa noche a su hogar, tenía miedo de que fuera verdad.

  Mayichi le ofreció una taza de café amargo al notar su estado, también le preparó unas tostadas con mermelada de su sabor favorito. Pelusa también lo trató de animar pero nada funcionaba, fue así hasta que notó al chico que lo traía completamente enamorado volviendo a su hogar dando pequeños saltitos, sé lo veía más que feliz, entró a su casa y no volvió a salir dejándole un vacio nuevamente al híbrido.

La noche calló, los faros luminaban de manera tenue las calles, todo se encontraba tranquilo, se oían los grillos cantar en sintonía y al fín se sentía un poco más tranquilo. Se estaba por retirar a dormir y despejar su mente en algo que no sea el castaño. Pero, al parecer el destino no lo queria así ya que una chica apareció frente al hogar del hechicero, siendo este mismo quien la recibió con una gran sonrisa dibujada en su rostro y un beso en la mejilla.

Ella era preciosa, todo lo contrario a lo que era él.

"¿Es ella, cierto?, Ella es quien te roba esos suspiros y estupidas sonrisas que tanto anhelo obtener.
¿por qué ella y no yo?"

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