ᴛʜʀᴇᴇ.

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La mente de Felix dejó de funcionar al escuchar las palabras del menor, él podía hachar a perder su hermosa vida de casado y pecar con él hijo de la amiga de su esposa, podía hacer eso.

"¿Estás seguro, Felix? Te llevo años conquistar a Ryujin"

Felix frunció el ceño, alejándose un poco, mirando el rostro del menor, este lo miraba de una forma penetrante, oscura, deseo, y eso simplemente hizo que un fuerte escalofrío recorriera por su vientre.

Nadie lo había mirado así antes.

Y le gustaba, sentía tanta adrenalina, quería probar al menor, pero también estaba asustado, él siempre había sido un hombre de bien, honesto, que detestaba las infidelidades, y aquí estaba, queriendo restregarse contra el miembro de un adolescente. No sabía qué hacer.

—No sé...

Jeongin sonrió, no sabía si el mayor se miraba tierno o sensual con ese lindo sonrojo y sus ojos húmedos, paso sus manos por sus mejillas, acariciando la suave piel, riendo un poco cuando el rubio cerro sus ojos, acercándose más al toque.

—Te digo la verdad cuando esa bruja que esta con mi madre no merece a alguien tan puro como tú. —murmuro, acercando su boca al cuello del mayor, dejando lentos besos húmedos.

Felix poso sus manos en los hombros contrarios, suspirando por sentir la lengua recorrer de su cuello a sus clavículas. Fue ahí cuando Felix sintió su miembro totalmente erecto.

—Yang, corrómpeme.

Jeongin sonrió, agarrando fuertemente el mentón del rubio para pegar sus bocas en un beso rudo, beso que Jeongin controlaba y que Felix intentaba seguirle el ritmo.

Era la glorió estar besando los labios del bonito rubio, su lengua y la contraria se encontraron, danzando entre ellas, conectando de una manera tan placentera, las manos de Jeongin bajaron al trasero del mayor, apretando y estrujando duramente.

Felix fue el primero que se separó, con la respiración agitada, mirando al pelinegro sorprendido, había sido un beso increíble. Jeongin le dejó un casto beso, llevando sus manos a la cremallera de Felix, bajándola para poder ver el bóxer negro del mayor.

Metió su mano por debajo de la ropa interior, y Felix juro tener espasmos cuando la mano de Yang tuvo contacto con su miembro, el placer y la adrenalina de estar cometiendo algo malo corrían por sus venas, echó su cabeza hacia atrás, mientras dejaba que el pelinegro lo masturbaba. Mordió fuertemente su labio inferior cuando el menor desabotono los tres primeros botones de su blanca camisa, dejando a la vista esos bonitos botoncitos parados, Jeongin acerco su boca a uno de ellos, comenzando a chuparlo, acompañado de algunas mordidas que hacían querer gemir en alto al rubio, por obvias razones eso no se podía.

Pero a Jeongin le daba igual si la esposa del bonito rubio bajara ahora mismo, así ella podría ver como su querido esposo se está entregando a él.

—Mgh, Je-Jeongin...

Las tímidas manos de Felix viajaron hasta el miembro contrario, tocando sobre la ropa el gran y chorreante bulto que se encontraba, Jeongin gruño al sentir el vaivén que el mayor hacía.

—Vamos, cosita, con confianza, esto que estas tocando te pertenece. —Felix se sonrojo, haciéndole caso al pelinegro, comenzando a apretar y mover su mano de una manera más ruda, mientras Jeongin se encargaba de estimular lo suficiente los bonitos botoncitos rosas del rubio, Felix era simplemente un desastre de bajitos gemidos.

Y justo cuando Jeongin estaba a punto de aventar al rubio contra el sofá, se escuchó como abrían la puerta de la habitación en donde se encontraban las mujeres.

Mom's Friend | JeongLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora