twenty-one.

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Ambos entraron al departamento del mayor entre risas y empujones juguetones, tenían un poco de alcohol en su sistema pero nada que no pudieran controlar.

— Vamos a mi habitación, me urge quitarme esta ropa. —el menor asintió, siguiendo al rubio por el departamento.

— ¿Sabes? Estrenamos mi cama, nuestra próxima cama en la casa, ¿por qué no estrenamos también esta cama?

Felix rio un poco, entraron a la habitación y el mayor se dispuso a buscar prendas cómodas.

— La última vez que tuvimos sexo no nos fue tan bien. —advirtió el mayor, camino hasta el baño para poder cambiarse.

— Ya sé, pero a Ryujin ya la tienen tras unas rejas, cosita. —Jeongin se encaminó al baño, entrando con total confianza haciendo que Felix brincara del susto.

— Me estoy cambiando, JeongInnie.

— Ya te vi sin nada, bebé, una miradita mas no hará la diferencia. —sonrió, mirando aquellas largas y doradas piernas del rubio, se veían apetecibles.

— ¡JeongInnie! —negó, terminándose de poner su short de pijama.

Jeongin y Felix se dejaron caer en la cama, mirando el techo, habían pasado muchas cosas ese día. Pero al final ambos estaban juntos.

— Necesitamos relajarnos, ha sido un día duro, hoy es nuestro primer día siendo novios oficiales. —comentó Jeongin, sonriéndole con su característica sonrisa de conejito.

— Creo que tú tienes en mente otro método de relajación, ¿no? —Felix lo volteó a ver, el menor solo movió sus cejas de arriba a abajo.

El mayor sonrió de lado, llevando sus manos al inicio de su short y comenzar a bajarlo poco a poco, Jeongin rápidamente se enderezó en la cama para poder ver aquel espectáculo.

La camisa que portaba el rubio era larga, cubría su ropa interior, Jeongin agarró el short de Felix que ya se encontraba por sus tobillo y lo quito para lanzarlo lejos.

— Seguro este era tu plan desde un principio, ¿no, cosita? —murmuró Yang, el mayor sólo lo volteó a ver con ojos inocentes.

— No, JeongInnie.

Jeongin jadeó al mirar cómo Felix bajaba ahora su bóxer, quedando desnudo bajo esa negra camisa. El rubio se enderezó para comenzar a gatear frente al menor.

— Acuéstate, Innie. —el nombrado atacó la orden y se dejó caer en la cama.

Felix le dio la espalda y se acomodó en el regazo del pelinegro, Jeongin tenía la perfecta vista de Yongbok de espalda y de su culo que se notaba a través de la camisa.

Llevó sus manos a las caderas del rubio y las comenzó a mover en círculos, Felix dejó escapar un gemido bajito, descontrolando a Jeongin.

— Deja quitarme el pantalón, cosita. —el mayor asintió, subiendo un poco su cuerpo sin dejar la posición, Jeongin se bajó el pantalón hasta las rodillas y volvió a sentar a Felix.

El rubio pudo sentir el miembro del menor ya duro bajo el bóxer y comenzó a moverse por sí solo, Jeongin solo miraba maravillado como ese trasero se movía tan bien alrededor de su polla.

Felix se volteó un poco y agarró el elástico del bóxer de Jeongin para bajarlo un poco, dejando su miembro recto a la luz. Felix levantó su camisa hasta la cintura, haciendo al menor jadear por la vista que estaba admirando.

Sin poder evitarlo agarró ambos cachetes traseros y los acercó a su polla, apretando esta con sus dos grandes masas, Felix gemía, moviéndose de arriba a abajo.

— Quiero metértela ya, cosita.

— Hazlo ya, JeongInnie. —gimió, se levantó un poco, dejando su trasero en alto mientras lo movía de derecha a izquierda bajo la atenta mirada de Yang.

— Eso haré.

Agarro la cintura del mayor y alineó su entrada, Felix mordió fuertemente su labio inferior cuando comenzó a sentir su interior ser perforado.

No había habido preparación pero él tomaría toda la polla de Jeongin. El menor jadeó fuerte, mirando el momento exacto en donde Felix quedó completamente sentado en él.

Su cuerpo temblaba un poco pero no le importo tanto, el placer que sentía era mucho mayor, así que subió lento para dejarse caer de una sola estocada, haciéndolo gritar.

— Tú solito te torturas, bebé. —susurró Jeongin, llevó sus manos a la cadera del rubio, siendo él quien manejara los pequeños saltos de Felix.

Pero Felix perdió la vergüenza pronto, saltando lo más alto que podía para cuando bajara sintiera toda la longitud de Jeongin en su interior. El menor tenía toda su atención en el culo del mayor, sintiéndose privilegiado de sólo él poder ver aquel trasero comerle la polla.

Le dio una fuerte nalgada, comenzando a moverse hacia arriba él también, los gemidos de Felix se ahogaban al sentir como el largo miembro de Jeongin tocaba su punto P, haciéndolo delirar. Lo comenzó a montar bruscamente.

— Me vas a matar con esos movimientos, cosita. —habló Jeongin, agarró las caderas del contrario para detenerlo. —Levanta tu cuerpo, bebé.

Felix entre jadeos sacó el miembro de Yang de manera lenta, Jeongin aprovechó y volteó el cuerpo del mayor para cargarlo.

Felix enredó sus piernas en la cintura de Jeongin, el menor lo sostuvo con uno de sus brazos y con el libre volvió a acomodar su miembro en la entrada del mayor.

— Métela ya, Jeongin.

— Te encanta sentirla, ¿no, maldita perra? —Felix soltó un jadeó al ser llamado así.

Jeongin acercó su boca a la contraria, mordiendo fuertemente su labio inferior, Felix abrió su boca para gemir y Yang aprovechó para meter su lengua, comenzando con uno de sus muy buenos besos.

Felix llevó sus manos a la nuca del menor, queriendo juntar más sus bocas si era era posible, soltó un gemido ahogado cuando sintió como era llenado de nuevo por la gruesa polla de Jeongin.

El pelinegro bajó sus manos al suave trasero de Felix y lo comenzó a mover de arriba a abajo, el mayor se separó del beso, mirando el rostro de Jeongin, tenía su mandíbula apretada, haciéndolo ver tan atractivo.

Echó su cabeza hacia atrás, Jeongin lo estaba moviendo tan brusco que sus gritos salían por sí solos.

— J-JeongInnie, estoy por llegar... —murmuró y juró sentir como cada estocada iba más profunda, sus ojos comenzaron a humedecerse.

— Hazlo, cosita.

El rubio gimió, y después de varias estocadas logró llevar al orgasmo, Jeongin sonrió y camino a la cama para dejarlo sentado.

— Abre tu boquita, bebé. —Felix obedeció, abrió su boca sacando un poco su lengua.

Jeongin se acercó más, para comenzar a masturbar su miembro, el rubio se removía ansioso en su lugar y acercó más su rostro cuando sintió el líquido caliente marchar su rostro.

Había manchado gran cantidad de su rostro, Jeongin se alejó satisfecho.

— Chupa todo lo que tienes en la cara. —ordenó.

— Sí, Innie. —el mayor llevó su dedo índice, limpiando toda la especie de su rostro para llevarlo a su boca y tragarlo contento.

— Buen chico, cosita.

Se sentó a su lado, y lo agarró de los hombros para que se recostara con él.

— Deja me repongo, tenemos toda una noche entera, bebé.

Felix jadeó porque sabía que era verdad, sería una larga noche.

Mom's Friend | JeongLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora