nineteen

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Felix había pasado una increíble tarde con Jeongin, después de aclarar el inconveniente del día pasado todo había vuelto a la normalidad, el menor lo mimó de más y estaba de tan buen humor.

Iba manejando al departamento donde se había estado quedando mientras su nueva casa estaba lista, Jeongin y él ya se habían despedido minutos atrás y era hora de regresar. Prendió la radio para conectar el Bluetooth y poder poner una canción de su playlist que había estado compartiendo con el menor.

Pero al momento de agarrar su celular vio como este explotaba en mensajes y llamadas perdidas, miró confundido, tenía arriba de 200 mensajes de diferentes personas, y llamadas de su secretaria, Changbin y una que otra persona de confianza de sus empresas.

Estaba por leer uno de los tantos mensajes que había en sus redes, cuando en su pantalla una nueva llamada entra, era de Changbin, rápidamente contestó.

— ¿Changbin? ¿Qué pasa? ¿Sucedió algo con las empresas?

Hermano, ojalá fuera eso, ¿no has visto las noticias o algo en twitter? —aquellas preguntas preocuparon más al rubio.

— No, dime lo qué pasa, ¿por qué tantas llamadas y mensajes?

Mierda, Felix, alguien te tomó foto con el hijo de los Yang teniendo sexo y esas fotos están el todas malditas partes.

Felix palideció, negando frenéticamente, Jeongin y él habían sido cuidadosos, todo tenía que ser una mentira.

— Dime que es una maldita broma, Seo Changbin. —la respiración del rubio comenzó a acelerarse.

Todo esto les iba a traer problemas a ambos.

¡No! Y aquí afuera de Lee's d boss hay una maldita bola de reporteros esperando por ti, ya les dije que no estabas pero no me quieren hacer caso.

— ¡Maldita sea! —Felix golpeó el volante un par de veces, frenó el auto para poder dar vuelta en el camino, regresando a la casa de Jeongin. — Será mejor que saque a Jeongin de su casa, no es un secreto donde viven los Yang.

Sí, traten de ocultarse por mientras, porque sabes que tendrán que salir a dar una explicación, ¿no?

— Sí, por mientras nos iremos y trataré de investigar quién fue la persona que nos fotografió.

Felix cortó la llamada sin esperar alguna respuesta de su amigo y aceleró, estaba furioso, se notaba en sus nudillos poniéndose blancos al ser tanta la presión con la que apretaba el volante.

En un par de minutos salió de su coche para tocar demasiadas veces el timbre, lo recibió una señora que era parte del personal, al reconocerlo lo dejo pasar.

— ¿Felix? Ya te diste cuenta, ¿no? —preguntó Jeongin, con una triste mueca en su rostro.

— Sí, pero esto no se va a quedar así, voy a hundir al que se atrevió a exponerte así y le voy a romper la cara a golpes sin importarme de quien se trate. —habló furioso, Jeongin lo miró sorprendido, Felix siempre se había mostrado tan pacifico y tierno que su faceta enojada la había olvidado.

— Mis padres también ya están con la policía cibernética, veamos que tanto pueden hacer. Le mandaron directamente las fotos a mis papás y minutos después fueron publicadas en todas partes. —suspiró, echando su cabello hacía atrás. —No solo yo fui expuesto, también tú, así que no serás el único en patear traseros cuando sepamos quien fue.

Felix sonrió un poco, tomó de la mano del menor y lo encaminó hasta la puerta.

— Nos iremos de aquí, tengo un departamento donde nos podemos quedar un tiempo.

Mom's Friend | JeongLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora