-•Rosa roja. La Obsesión del Duque

•·Thirteen

Mark ayudó a Saharah a descender del aire con delicadeza, ella aún seguia pensativa, sabía que no ponia atención ni siquiera al hecho de que el tomase su mano y cintura de una manera casi descarada, pero él aún se cuestionaba una cosa, una sobre todo lo que ahora ella sabía al respecto de lo que podría ocurrir si Ariana y Bavilo se enfrentaran en un duelo-¿Desistiras? -pregunto luego de soltar aquella bomba, después de ese silencio entre ambos.

Esa era una pregunta estúpida, a los oídos de la princesa. ¿Desistir a este punto de su vida? Mark la miraba como si le tuviese lástima, eso era completamente una porquería. Retomando a lo anterior visto, la maldición de los Verdi, la lucha por el Creyente de la Luz, y también su inminente ida hacia Romerise. Todo estaba en su contra.

¿Pero desistir?

Ella río con fuerza a su pregunta, casi desvoronandose en las carcajadas tocando su estómago y apretandolo, el castaño frente a ella estaba confundido acerca de su reacción a la pregunta, el había inquirido el dejar atrás la lucha política con Ariana, ¿Que parte de eso era tan graciosa? que el mismo la desacreditase y le pidiera no meterse en un lío político con Ariana era simplemente la burla más grande que le habían hecho en toda su vida.

-Princesa por favor ... -incluso sus ojos estaban suplicándole que parase.- este conflicto solo la está lastimando... Si usted llega al límite-...

Si llega al límite... ¿que pasaría si traspasara aquella ligera línea que pasa de la justicia a la venganza?

-¿Y que si llego al límite? -pregunto con lágrimas provocadas por la risa frenetica mientras las limpiaba con una sonrisa- ¿Moriré?-bromeo-¿Y qué si muero? Antes de hacerlo me llevaré a todo aquel que lastime lo que yo quiero.

-¿Cómo puedes tomar tu vida tan banalmente? ¿¡Acaso no te estás escuchando!? -el estaba apunto de volverse loco, sus ojos relampagueron con fiereza tomando de los hombros a la princesa- ¿Ni siquiera te interesa?

-ni un poco.

Esa fría contestación lo hizo temblar, se oscureció su mirada-Princesa...

Eso la sorprendió. Esa expresión en su rostro... la forma tan extraña en que se contorsiono, era una cara a la que precisamente no estaba acostumbrada de ver-¿Por qué estás...? -sostuvo su mirada en la de el-¿Por qué tu estás tan devastado? -era increíble, ni siquiera en los velorios había visto una expresión asi-Incluso si muero eso no debería importar en lo absoluto, si al final soy útil todo vale la pena.-repitio mecánicamente sin dejar rastro de arrepentimiento- ¿Eres estúpido Mark?, ni siquiera somos cercanos para nada, ¿que clase de imbecil eres para pretender esa cercanía con un miembro de la realeza?

-La princesa me importa más de lo que se imagina.

Lo miro con una sonrisa incrédula, descarada.-entonces en verdad eres estúpido.

Ignoro el insulto tan directo que ella le lanzó-Si usted muere entonces yo lo haré también.

Alzó las cejas ante esa contestación- ¿A mí de que me sirve tu vida? -le hizo retroceder apuntandolo al pecho, dispuesta a irse, antes de eso el la frenó.

la siguió aún fijamente.- quizá a ti no, pero al príncipe Bavilo sí.

Ella se regresó-... ¿Que es lo que me dices?
-Mark se quedó quieto unos momentos -Si me estás queriendo gastar una broma te juro que-...

-El príncipe aún no presenta las afecciones de la maldición por lo que aún no es tarde para poder conseguir su clarividencia divina... Se debe ir al templo antes de que acabe el tiempo a la llegada de la batalla con la segunda princesa y traer consigo el elixir de Arza.