Mi madre siempre decía que los mejores amores crecen en Diciembre, casi parecía fantasía cuando las personas llegaban a sus casas con una pareja perfecta para lucirla en navidad. Fer, una amiga de hacía muchos años, recientemente había estado hablando con un chico de la secundaria, que sorprendentemente jamás había visto, hasta que llegó Diciembre, casi como si la capa de invisibilidad de Harry Potter hubiera estado sobre sus ojos o sobre el chico, pero ambos se conocieron y se gustaron casi de inmediato, eso reforzaba la teoría de mi madre.
Ella, Mary Adams fue la mejor enfermera en la base militar en Isla de la Ascensión en Santa Elena, ahí, recurrentemente fue renombrada por su gran labor, pero tan pronto como pasaron los años, nuevos soldados se fueron incorporando en la base y todos hablaban de lo maravillosa que era Mary Adams y aquellos cumplidos y halagos llenaron de intriga al joven soldado Osvald Grace, quién de inmediato sintió curiosidad y cuestionó la belleza de Mary Adams, sin darse cuenta que pronto se llegaría a enamorar de ella, tal fue su amor que se solidificó en Diciembre, cuando ambos realizaron una boda improvisada en la base y se casaron de por vida.
En marzo del siguiente año ambos fueron dados de baja en su trabajo, porque tan pronto se escabullían para verse en sus trabajos, tuvieron la dicha de tener una dulce sorpresa creciendo dentro de Mary, pero habiendo cumplido sus labores, fueron recompensados con una paga humilde y buena para salir adelante. Para diciembre del mismo año, justamente un siete de diciembre, Mary Adams dió a luz a una saludable y hermosa niña a la cuál llamó Olivia Madison Grace Adams, a quién de cariño pronto le llamó, Liv.
Pronto tanto Mary como Osvald supieron que debían trabajar para sacar adelante a su familia, así que no demoraron en meter papeles a tantos trabajos como pudieron, un soldado era recompensado quincenalmente por sus servicios, pero no era suficiente, Osvald quería darle una vida sin problemas a su hija, así que intento crear su propio negocio, uno propio y con sus propias manos y en menos de dos meses ¿Quién lo diría? Un soldado haciendo panes cada madrugada para llevarlos a su tienda y venderlos, desde pan, hasta dulces, Osvald no tenía límites en cuanto a la repostería y pronto supo que era su pasión.
Mary, ingreso a un hospital a trabajar como enfermera, de pronto parecía que su vida se equilibraba, como personas normales, venían del trabajo, pasaban tiempo como familia, lloraban de frustración juntos, reían con cada paso de su pequeña hija, cenaban juntos y veían televisión cuánto podían juntos, hasta que volvieron a ser testigos de otra sorpresa en su vida, Mary estaba embarazada por segunda vez y está vez, fue Osvald quien le dió el nombre, Leslie Bird Grace Adams.
Pero tal vez fue mucha felicidad, tal vez nos excedimos en nuestras emociones o tal vez, mamá ya no pudo más, porque entre el trabajo, el embarazo y la enfermedad de la cual no supimos hasta que nació Bird, mi hermana menor,, la luz de mamá se fue desvaneciendo, hasta que finalmente nos abandonó.
Mary Adams fue mi madre, murió cuando yo tenía cinco años, papá se derrumbó, aquel día, pero a la mañana siguiente él se levantó de su cama tan temprano como siempre, mi hermana lloraba él se levantaba, venía a mi cuarto me llevaba a bañar, aunque él nunca lo hizo. Las primeras veces fue un desastre, el agua muy caliente, el jabón muy abundante, la toalla muy percudida, el uniforme muy desarreglado y los llantos incesantes de mi hermana que nos ensordecen, aún así, papá siguió adelante, Osvald Grace, cada mañana se levantó, callaba a mi hermana y venía a arreglarme, nos llevaba a ambas para dejarme a la escuela hasta que eventualmente a Leslie también le tocó ir, pronto ya no necesitaba ser bañada por papá, pero Leslie sí, pronto ya no necesitaba que papá preparara el desayuno sino que yo lo hacía mientras él arreglaba a Leslie y después de años papá ya no necesitaba bañar y arreglar a Leslie, yo hacía el desayuno y él se alistaba para llevarnos a la primaria y a la secundaria.
Fuimos una familia que creció desde una temprana edad con un golpe permanente, pero seguimos avanzando tanto como podíamos, muchos decían que papá se volvería loco con ambas, pero él había vivido tantas tragedias, que sabía manejar tan bien todo, incluso a dos niñas.
No creí alcanzar un amor como el de las princesas, ni tampoco con alguien que me esperara al final de cada clase, crecí con la idea y la expectativa de poder encontrar a alguien en Diciembre que me buscará por las noches a escondidas y me llevará a conocer lugares que jamás conocí, que me esperara durante meses para poder casarme con él, que esperará que me enamorara y me sintiera lista para mi primer beso, que tomara mi mano disimuladamente mientras nadie se daba cuenta. Deseaba un amor como el de Mary Adams y Osvald Grace porque eran mis padres y porque era testigo que aún después de la muerte él la seguía amando.
Y sabía que todo eso era capaz, solo debía ser capaz de encontrar Un Amor en Diciembre.
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En Este Diciembre ©
RomansaNo creí alcanzar un amor como el de las princesas, ni tampoco con alguien que me esperara al final de cada clase, crecí con la idea y la expectativa de poder encontrar a alguien en Diciembre que me buscará por las noches a escondidas y me llevará a...