014

205 25 0
                                    

Draco
Treinta y cinco semanas del sexto año en Hogwarts
9 de abril de 1997

Ese día Hermione no se quedó a la clase.

El recuerdo de las cartas quemándose le picaba el pecho, se sentía furioso e impotente al mismo tiempo.

Eran mis cartas. Pensó

Nada le quitaba ese pensamiento de la cabeza, ni la clase, ni Potter equivocándose a cada rato, ni los comentarios absurdos de Weasley. Nada.

Y entonces supo lo que tenía que hacer.

Se levantó de su asiento y comenzó a caminar a la salida.

-Señor Malfoy-Gritó la maestra-Señor Malfoy si no regresa a su lugar tendrá el mismo castigo que la señorita Granger.

Uuuuuuh. Todos los slytherin dijeron al unísono.

Pero Draco no se detuvo.

El chico alto, de rostro pálido y ojos grises como el hielo caminaba por los pasillos del castillo, casi merodeando, buscando a la única persona con la que podía hablar. Aunque no sabia si ella quería hacerlo.

Tras caminar y caminar, a lo lejos, cerca de la casa de Hagrid, vio a la chica.

Apresuro el paso, aunque no había ninguna necesidad, ella no estaba yendo a ningún lado.

-Podrían expulsarte si te ven aquí Granger-La chica no se movió-No te gustaría, sabemos bien tus prioridades.

Le dio unos segundos más, pero la chica no reacciono, ni porque Draco Malfoy estuviese haciendo un chiste.

-Vamos Hermione, habla conmigo, me lo debes.

Hermione volteo.

-Yo no te debo nada, quedo muy claro lo que te dije en la torre de astronomía. ¿Te gustaría que te lo repita?-Los ojos de Malfoy pasaron de la compasión a la ira-Y ahora tus amigos andaban ahí, como si nada, leyendo mis cartas, cartas que seguramente les diste. No soy tu chiste para que me trates así.

-No necesito que me repitas nada-Malfoy elevo su tono de voz-Pero me rompiste el corazón Hermione y ahora crees que con todo lo que yo te dije, con todo lo que hice por ti, ¿crees que yo les daría esas cartas? Madura un poco Granger.

Hermione relajó sus expresiones.

-Y después me diste tu maldita carta, ¿eso que sígnica?, ¿qué es lo que voy a pensar después de leer todo eso?-Malfoy gritaba cada vez más fuerte con cada pregunta que daba-Responde, por Merlin, Hermione, me tienes echo mierda por ti y a ti te da igual. Y lo peor es que si me lo pides, yo te perdonaría ahora.

-Hazlo-Hermione respondió-Perdóname.

Y entonces, con ambas manos tomó su cara, y solamente la besó.

•••

Horas mas tarde, cuando todos dormían, ambos chicos estaban sentados en su lugar de encuentro, la torre de astronomía, donde podían ser completamente ellos. Sin miradas, ni padres estrictos, ni amigos inmaduros.

-¿Entonces crees en la quiromancia, pero no en la adivinación?-El arqueo sus cejas-Granger eso es absurdo.

La chica rio muy fuerte por su comentario y comenzó a explicarle sus razones, aunque ya escuchándoselos en voz alta, hasta a ella le pareció absurdo. Aunque jamas lo admitiría.

Como si leyera su mente, Draco sonrió, pero decidió no decir nada.

Maldición, como te extrañaba. Pensó el chico

Los minutos pasaban y los temas de conversación iban de uno a otro, era una batalla de palabras porque ninguno podía parar de hacerlo, llevaban mucho tiempo sin cruzar una sola palabra.

De camino a su habitación, el chico alto, de rostro pálido y ojos grises como el hielo, sonreía. De manera genuina. Pero aquello se esfumo rápidamente recordando que no quedaba mucho para completar su mision.

HUMAN ERROR | DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora