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Hermione
Doce semanas del sexto año de Hogwarts
16 de noviembre de 1996

Hermione no era una mentirosa hábil, pero como buena gryffindor, contaba con mucho coraje.

Y prefería pedir perdón que pedir permiso.

Como aquella vez que hechizo a Neville con un Petrificus Totalus para poder ver a Fluffy y salvar a la escuela y al mundo mágico, en general.

Así que tomo su bolsa con un hechizo de extensión, tomo algunas cosas y se encaminó hacia el lago negro.

Por suerte, ni Harry, no Ron se encontraban en la sala común.

Con un ligero lumus en su varita, camino por los terrenos del castillo, Hermione creía que tenía una vista hermosa y al anochecer aún más. A veces, cuando se encontraba en casa, soñaba con salir a caminar por todo el castillo.

En un árbol a la orilla del lago, se encontraba Draco, recargado en el como si fuese de su propiedad.

-Tengo un problema Granger-Dijo el chico alto de rostro pálido y ojos grises como el hielo.

Hermione continuaba acercándose.

-Creo que hice mal la poción y quería ver si podías ayudarme-Confesó.

Al escuchar su voz, Hermione sintió que algo le quemaba la garganta al tener que admitir un error.

Al estar más cerca a Draco, Hermione vio todo acomodado en el suelo, como ella lo hizo en la torre de astronomía y se sentó, pero dio un profundo suspiro antes de comenzar a hablar.

-Pudiste haberme dicho y lo terminaba en mi habitación-Dijo mientras agarraba los ingredientes y el caldero-No había necesidad de venir hasta acá.

Draco no dijo nada, se limitó a sentarse frente a ella.

-Quería hablar contigo

-Habla entonces-La voz de Hermione era firme.

-Debería odiarte Granger-Su voz comenzó a entrecortarse- Debería hacerlo con cada poro de mi cuerpo, debería levantarme y recordarme que somos mejores que los impuros, que el mundo mágico prevalece con la pureza de la sangre de un mago.

Hermione no respondió, porque la verdad no tenía nada que decir ante ello.

-Pero no lo hago-Continuo Draco-estos días han sido de mucha confusión para mi, la voz de mi padre me inunda la cabeza con sus platicas de Voldemort y los muggle y los sangre sucias. Y después pienso en ti y en lo qué pasó, pero ese pensamiento es interrumpido por la voz de mi madre y sus historias de que pasaría conmigo o con cualquier traidor a la sangre y me da miedo.

Hermione se acercó lentamente a Draco, su cuerpo le pedía un abrazo, pero su cerebro la detenía así que solo colocó una mano sobre su hombro.

-Estoy seguro de que conoces a mi tía-Hermione asintió-Sería igual a ella.

-Yo también debería odiarte Draco-Dijo Hermione-Pero no lo hago y yo también pienso en ti y en lo qué pasó. Y al igual que tu, escuchó los sermones de Harry y Ron y a veces te escucho a ti llamándome Sangre Sucia y como decías que yo sería la siguiente.

Draco no levantó la mirada.

-No deberíamos lidiar con tanto-La voz de Hermione ahora era más suave-puedo olvidar lo qué pasó en la torre y vivir normal y ofrecerte un genuino perdón por todos estos años. Pero prométeme que jamás volverá a pasar lo de la otra vez.

Los ojos grises como el hielo de Draco buscaron los de Hermione y entonces se lamentó porque quería decirle que había hecho todo esto porque quería que fuese su primera cita.

Pero no lo hizo.

-Amigos-Dijo Draco ofreciendo su mano.

-Amigos-Respondió Hermione.

HUMAN ERROR | DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora