No comprendo

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No quería ir a esa casa, desde ese día me juré no volver a poner un pie allí, pero Daryl me necesitaba, yo no era como él, era mejor.

---Se que no quieres ir a ese lugar, y de verdad agradezco que quieras hacer esto por mí.

---La verdad no lo hago por tí, lo hago por Christian, se por lo que está pasando.

---Desde que te fuiste de nuestras vidas, él...ya no fue el mismo, no quería contarme como le iba en la escuela, me evita a toda costa, no se que hacer.

---¿Y quieres que yo te ayude no es así?---Me miró a los ojos.

---Se que sueno un poco...egoísta pero...de verdad me arrepiento por no haberte creído, fui un idiota.

Asentí con la cabeza.

---Si, lo fuiste pero...te perdono porque se que estas arrepentido.

---Gracias, de verdad, ya llegamos. Respiré hondo.

---Bien, el te recuerda muy bien, se que tu lo vas a ayudar.

Cierro los ojos por un momento suspirando y luego lo miro.

---Daryl, no pongas palabras en mi boca, dije que vendría a ver como esta, no que lo iba a ayudar porque aunque quiera no se como hacerlo.

Supongo que lo entendió, solo asintió con la cabeza y bajó del auto.

Hice lo mismo y miré con detalle la casa a la que todos los días iba, los recuerdos me envolvieron.

---Si no quieres aun es tiempo de irte.

---Vamos de una vez---Subí los escalones, a cado paso la madera daba un rechinido clásico de película de terror, me quedé parada frente a la puerta esperando que el abriera, me dirigió una última mirada antes de abrir.

---Señora Fon, ya estoy en casa.

Una mujer salió de la cocina con un paño sobre su hombro.

---¿Cómo sigue?---Negó con la cabeza junto a una mueca de dolor.

---Ya no se que hacer---Comentó.

---Ella es Natasha---Levanté mi brazo estrechando mi mano con la de ella.

---Un placer conocerla.

---El placer es mío, Daryl me ha hablado mucho de usted

Sonreí con incomodidad.

---Bueno, iré a su habitación.

Lo seguí hasta los escalones de arriba.

---¿Ella vive aquí?

---Si, la contraté para que me ayudara con los labores y con mi hermano.

---Vaya, has mejorado mucho economicamente---Exclamé, su vida mejoró mucho a comparación de la mía.

---Si, bueno después de la panadería, encontré un trabajo como cheff cerca de mi universidad.

---Me alegro por tí--- Comenté con sinceridad.

---Gracias.

Llegamos a la puerta de su habitación y respiramos profundo antes de entrar.

Al ser la puerta abierta, un olor a humedad inundó mis fosas nasales, solo la luz de la ventana iluminaba la habitación.

---Se irrita con la luz, pero tienes que verlo--- Encendió el interruptor iluminando la habitación por completo, allí estaba Christian recostado en la cama, sus ojos estaban apagados, su piel pálida, ya no era el mismo que conocí hace seis meses.

--- Hola Chris, mira quién te vino a visitar.

Como si se tratase de un niño viendo su juguete favorito como regalo de navidad, el pequeño niño de nueve años corrió hasta mí abrazando mis piernas, sin palabras miré a Daryl, quién estaba al igual de sorprendido que yo.

---Nat, te extrañé mucho.

De sus ojos comenzaron a brotar a lágrimas, y la verdad no sabía si de felicidad o de tristeza.

---¿Chris por qué no te sientas?--- Sugirió Daryl.

---Quiero estar solo con Nat---Comentó el niño mirando sus ojos con suplica.

El me dirigió una mirada de no entender nada pero cedió.

---Bien, ¿cuentame cómo te va?---Pregunté después de que la puerta fuera cerrada.

---¿Por qué te fuiste?---Me sorprendí por su pregunta.

---Y-yo---Tartamudé---No lo se; estaba...asustada, supongo.

--Asustada... ¿de mí?

Tragué saliva arrodillandome frente a él.

---N-no, no mi amor, es solo que...todo sucedió muy rápido, no me dio tiempo de analizar, y necesitaba de tu hermano.

---Así que...¿mi hermano tiene la culpa de que tu te fueras?

Dios, ¿por qué era tan difícil hablar con un niño?

---No Chris, no sabía que hacer y por estos meses siempre pensé en tí pero no tenía la valentía para volver al pasado.

---Está bien--Se sorbió la naríz--- Eres la única que me entiende, desde que te fuiste Dey solo ha tratado de evadir el tema, decía que eran solo juegos.

Sobé su mejilla con delicadeza.

---Ya no tienes por qué temer, estoy aquí.

Su semblante cambió notoriamente, ahora mostró una plena sonrisa y sus ojos me detallaban.

---Natasha, que gusto verte de nuevo- La voz otra vez. Si hay algo que aprendí en estos meses es que el miedo ya es irreal para mí, bueno...en la mayoría de los casos.

---¿Qué quieres de esta familia?, ¿quién eres?

---Solo...Abbey y Evan.

Fruncí el ceño sin comprender.

---¿Qué?

---Busca a Steve.

No entendía nada, pero por una especie de intuición me decía que debía llamar a Colin.

Abrí la puerta y para mi sorpresa Daryl estaba pegado a ella.

---Solo...estaba viendo la madera---Exclamó con nerviosismo en su voz.

---Préstame tu teléfono.

Ella está aquíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora