The Average DC Experience

#8 Aturdimiento sin rumbo

Raza: Humano

Género masculino

Edad: 17

Clase: Ladrón (nivel 8)

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Estadísticas:

Cuerpo: 11

Mente: 11

Espíritu: bloqueado

Puntos de estadísticas: 24

Habilidades:

[Crimen (nivel 17): allanamiento de morada, carterista, forzar cerraduras, merodear, levantar evidencia; si es ilegal, esta habilidad lo cubre, con dos excepciones, la piratería informática usa la habilidad de Computadoras y estafar a la gente, la habilidad de Influencia. No tienes que ser un criminal para tener esta habilidad; policías, investigadores privados y otras personas honestas pero astutas también lo tienen]

Ventajas:

[Metahumano latente: tienes el Metagene, la fuente de todos los poderes de los Metahumanos. Sin embargo, permanece inactivo por ahora]

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Inventario: [Cable de acero adaptativo de neuronas]

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Misiones: [Hazte rico o muere en el intento (literalmente)]

Hazte rico o muere en el intento (literalmente):

El dinero hace que el mundo gire. Tu lo quieres; lo necesita. Ve a por ello.

Objetivo: Reunir $1000 por cualquier medio.

Recompensas: [Equipo aleatorio] [+5 niveles a la habilidad del crimen]

Progreso: $576/$1000

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'No puedo seguir viviendo así...' reflexioné mientras caminaba por las calles de Street End después de salir de la clínica. El mundo parecía tener un problema conmigo terminando la maldita búsqueda del dinero. Cada vez que doy un paso adelante, algo surge y me empuja dos pasos hacia atrás.

'Tengo que dejar de obsesionarme con eso y hacer otra cosa...' Bajé la gorra para cubrirme la cara, metí las manos en los bolsillos y comencé a caminar sin ningún destino en mente.

Tenía la esperanza de que la caminata ayudaría a despejar mi mente, pero en lugar de seguridad o paz mental, lo que vi solo empeoró mi estado de ánimo; disparos resonando en la distancia, innumerables tratos turbios y basura dondequiera que mirara.

Deliberadamente ignoré todo y seguí caminando aturdido mientras cada respiración que tomaba llenaba mis pulmones con químicos y esmog espeso y solo salía cuando me encontraba en Gotham City Park.

Miré a mi alrededor y mis ojos se iluminaron cuando vi al vagabundo sentado en la hierba junto a la carretera, apoyado en un árbol con un libro en la mano. No sabía por qué vine aquí, qué esperaba, o por qué me acerqué al hombre sin hogar, pero lo hice, no obstante.

"¿Otro mal día?" dijo el vagabundo mientras cerraba el libro y se giraba hacia mí con una mirada cómplice que contrastaba con su tono burlón, a lo que suspiré y asentí.

"Ponte cómodo", dijo el vagabundo mientras palmeaba el césped junto a él, y solo dudé un segundo antes de complacerlo y sentarme a su lado.

"Cuando te encontré tirando las tripas en el camino, te pregunté qué te estaba haciendo correr tan desesperadamente", comentó después de unos segundos, que pasé acomodándome en el suelo de hierba.

"Dijiste que no sabías qué más hacer, y por lo que parece, todavía no lo sabes", dijo en broma con una risita, a lo que solo pude rascarme tímidamente la cabeza y encogerme de hombros.