The Average DC Experience

#15 La fuente de todo mal

Uptown de Gotham

Al sur del callejón del crimen

No pude evitar mirar el sistema mientras seguía a Richard por las oscuras calles de The Bowery, incapaz de apartar los ojos de la habilidad Brawling, que había subido dos niveles completos en el transcurso de un solo día de entrenamiento.

Sinceramente, no sabía cómo sentirme al respecto. El aumento había llegado tan rápido debido a mi nueva ventaja Eidetic Kinesthesia, o como se pronuncie la segunda palabra.

¿Sabes que? Lo llamaré Reflejos Fotográficos de ahora en adelante. En serio, le está dando dolor de cabeza a mi cerebro evolucionado solo mentalmente tratando de pronunciarlo.

De todos modos, me sentí complicado al respecto porque se sentía demasiado fácil. Me he estado rompiendo las pelotas durante dos semanas para aumentar mi habilidad de pelea en dos niveles, solo para obtener esta nueva ventaja, y ahora todo mi arduo trabajo parece inútil. Pero al mismo tiempo, una parte de mí disfrutó de la rápida mejoría y mi racionalidad me dijo que era algo bueno.

¿Bastante complicado verdad? ¡Ahora finalmente puedo decir que soy un tipo complicado con una cara seria cada vez que estoy en una cita!

Sé que debería haber estado feliz por el progreso y necesitaba la fuerza para sobrevivir y vivir mejor, pero un hombre aún puede deprimirse por su arduo trabajo que de repente pierde sentido, ¿sabes? Es perfectamente razonable y dentro de mis derechos constitucionales.

Eso es correcto; ¡Conozco mis derechos!

Pero todas las bromas y cavilaciones a un lado; A una parte de mí podría no gustarle la fuente de mi fuerza y ​​habilidades recién adquiridas, pero no era lo suficientemente tonta o terca como para no ponerla en uso. Después de todo, necesitaba toda la fuerza que pudiera tener en mis manos.

"Ouch..." entoné, incapaz de continuar con mi divagación mental mientras me giraba para mirar a Richard, quien simplemente me golpeó en la parte superior de la cabeza. "¿Qué diablos, no puedo meditar en paz?" espeté cuando Richard retiró su mano y me miró desconcertado.

Estoy bastante seguro de que Richard debe haber notado no solo mi mayor fuerza sino también lo rápido que estaba aprendiendo. Por suerte no me presionó por una respuesta, tomando las vagas no-respuestas que le di sin ninguna reacción negativa y dejando el tema sin complicar las cosas.

"Estás distraído, chico. Mantén los ojos abiertos", dijo Richard, resoplando molesto mientras me miraba con una ceja levantada mientras señalaba hacia los alrededores.

"¿Importa? Después de todo, te estoy siguiendo", respondí encogiéndome de hombros, haciendo un gesto exagerado hacia un lado. "No dejarías que nada le pasara a tu precioso estudiante, ¿verdad?" Agregué, cruzando los brazos mientras le enviaba una mirada de suficiencia.

"Sigues siendo un sabelotodo y algo te va a pasar bien, chico", respondió Richard sin comprender, pero una leve sonrisa estaba en su rostro mientras hablaba.

"Ya estamos aquí", dijo Richard, señalando hacia el área circundante. Perdió la leve sonrisa y en su lugar adoptó una expresión severa. "Mira a tu alrededor. Dime por qué estamos aquí", instruyó, cruzando los brazos y quedándose en silencio mientras esperaba mi respuesta.

"¿Una calle oscura y lúgubre de Gotham?" Murmuré sin molestarme en mirar alrededor, y la expresión severa de Richard se volvió aún más. "Bien, bien", dije, levantando las manos en señal de rendición mientras me giraba para echar otro vistazo a los alrededores. Uno adecuado esta vez.

La calle se parecía a cualquier otra que encontrarías en Gotham City, oscura, cincuenta, y olía a una mezcla de smog, orina de gato y una variedad de productos químicos. Lo único digno de mención fue la falta de peatones y los dos hombres con ropa gruesa parados frente a un restaurante, vigilando los alrededores.