La luz de mis ojos (Izuku x Yui)

Capítulo 17: Graduación

*Créditos de la imagen: @ himaoko_hero en Twitter*

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Tres días después

Tras la última tarea de Momo, que fue destruir todas las computadoras donde se programaban a los NPC para convertirse en sombras, la azabache había caído en un sueño profundo. Pero finalmente volvería a abrir los ojos para encontrarse con Kirishima, Uraraka, Todoroki, Kodai y Midoriya.

— ¿Dónde... estoy? -preguntó la líder mientras trataba de sentarse sobre la cama-.

— Estás a salvo en la enfermería. -contestó Izuku-.

— ¿La enfermería? ¿Y por qué siguen aquí? -Yayorozu estaba confundida-.

— No te fuerces. -pidió Tenshin-.

— Estoy bien, Yui.

— Tuviste que pasar por mucho, Yaomomo. -mencionó Ochako contenta de ver a su amiga despierta-.

— Me asombra lo bien que lo hiciste como líder. -alabó Shoto, cosa rara en él-.

— ¿Pero qué hacen acá? Las sombras ya se fueron, ¿verdad? No deberían tener motivos para seguir aquí.

— Lo sabemos, pero no podamos dejarte sola. -indicó el pecoso, cosa que sorprendió a Momo-. Seguías aquí.

— ¿Yo? -ella quería seguir seria, pero le costaba-. Ya veo. ¿Cómo les explico?

— ¿Pasa algo?

— Solo es una suposición. -Yui dio en el blanco y Yaomomo estaba juntando los dedos de sus manos con vergüenza-. Pero creo que Momo ya no tiene asuntos pendientes.

— ¿Eh? -fue una expresión generalizada-.

— ¿De verdad, Momo? -preguntó el peliverde-.

— Bueno, verán... -Momo no sabía qué decir y eso la tenía muy nerviosa-.

— Está bien, te hipnotizaré para que... -Todoroki se acercaba a la cama de la líder-.

— NI SE TE OCURRAAAAAAAAAAAAAAA. -ella le dio una patada en la cabeza al heterocromático para mandarlo a la pared-.

— A juzgar por su reacción, debe ser verdad. -Eijiro tenía sus sospechas-.

— No, no es cierto. Sería un chiste que la líder pudiera irse así como así, ¿no? -ella trataba de justificarse, pero era mala mintiendo-.

— Te hipno... -Shoto no pudo porque recibió una almohada en la boca-.

— ESTÁ BIEN, LO ADMITO. YA LO SUPERÉ.

Ochako se acercó para darle un abrazo y una sonrisa a Yaomomo, que estaba sonrojada por la vergüenza.

— Vaya, lo dijo. -Izuku señaló lo obvio-.

— Eres mala, Yui. -Yaomomo se sentó en la cama con la cabeza baja-.

— Tú eres la obstinada, Momo. -contestó Ángel-.

— Hasta que por fin lo dijiste. Pero me alegra un poco...

— ¿Qué cosa? -cuestionó Kodai-.

— Me llamaste por mi nombre.

— ¿Y? -Yui no entendía-.

— Eso hacen las amigas, ¿no?

— ¿Amigas?... Es cierto. -Yui dio una sonrisa un poco más grande-.

— Parece que no lo preparamos en vano. -rompió el hielo el pelirrojo-.

— ¿Prepararon algo? ¿Qué cosa? -Yaoyorozu estaba intrigada-.