La luz de mis ojos (Izuku x Yui)

Capítulo 4: My Song, My Heart

Luego de un par de días de descanso tras el cambio de Taller. Yaomomo convocaría a una reunión.

— Muy bien, Midoriya-kun presta atención. En 72 horas reanudaremos una misión llamada Tierra del Ángel. Pero a diferencia de las ocasiones anteriores, nos acompañará ella. -Yaoyorozu apartó la silla de su escritorio para revelar a una jovencita-.

Era una chica de pelo rojo con coletas a los costados, notables ojeras alrededor de sus globos oculares, vestía bastante diferente al resto pero sonreía mientras cargaba una mochila bastante grande.

— Es un gusto en conocerlos. -decía la chica mientras se ponía al lado de Momo-.

— ¿Crees que ella será de ayuda, Yaomomo? -preguntó Monoma algo molesto-.

— ¿Y qué es lo que sabe hacer? -complementó Sero-.

— Esta chica es Manami Aiba. Ella cubre nuestro punto débil: que somos idiotas. -dijo Momo sin filtros-.

— No es algo que debería decir una líder... -pensó Midoriya mientras caía una gota de sudor por su cara-.

— La última vez que planificamos la invasión, nuestra inteligencia brilló por su ausencia. Pero, el cerebro de esta chica se hizo de un nombre como una hacker cuando vivía, llamada La Brava. Así que el equipo designado puede hacer una investigación del área.

— ¿Y qué es la Tierra del Ángel? -Midoriya preguntó-.

— Es en donde vive ella, son los dormitorios de la escuela: Heights Alliance. -explicó Kirishima-.

— Ese lugar está controlado por un sistema informático, sospechamos que los dones que tiene Ángel provienen de ahí. Tenemos una teoría: ella se comunica con Dios desde ese lugar. -detalló Momo mientras mostraba unos planos de los dormitorios-.

— ESTE PLAN ES DEMASIADO ARRIESGADO. -Kaminari se quejaba al aire-.

— Es cierto, Kaminari-kun. Pero considerando que es el segundo intento, Tenshin posiblemente reforzó su seguridad. Así que necesitamos que Dead Heroes dé un espectáculo grande. -Momo volteó a ver a Jirou, quien asintió-.

Luego de esa reunión, todos se fueron por su lado. Pero Kyouka caminaba con su guitarra, su rostro denotaba algo de decepción. Ella se sentía algo desanimada, pero forzaba sus expresiones por la misión.

El resto estaba concentrado entre practicar con sus armas, comer, vigilar, etc. En el caso de Midoriya, tras practicar un par de horas con la pistola, entró al edificio de la cafetería por un café.

— Creo que ya me estoy acostumbrando a esto, al final estos chicos no son tan malos como en mi primera impresión.  -pensaba mientras veía que había una chica de piel rosada pegando afiches en una cartelera-.

Ella se veía feliz porque estaba dándole publicidad a la banda. Se notaba que era una fanática bastante de hueso colorado.

— Así que esta es la publicidad llamativa, ¿verdad? -dijo el pecoso-.

— Oe, me asustaste. -ella hizo un pequeño puchero-. Eres tú.

— ¿Me conoces? -preguntó extrañado el ojiverde-.

— Una amiga me contó que siempre estás con una espada y que debería tener cuidado contigo porque traes problemas adonde vas. -explicaba la chica de forma tierna-.

— Ese imbécil de Monoma-kun... Pero, ¿no hay problema con esa publicidad sobre el concierto en el gimnasio? -cuestionó Midoriya-.

— Es algo peligroso y va contra las reglas de la escuela. Además, será un evento anunciado y eso lo hace más emocionante. Los profesores sabrán de esto y no sabemos qué cosas nos vendrán. Pero escuché que lo requiere la misión para llegar más lejos y por eso hay que reunir mucha gente. -explicaba la chica rosada que tenía cuernos en la cabeza-.