Capítulo 3 I like your beard

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La casa de mi abuela era pequeña y acogedora, podíamos estar cómodas las tres, mi madre, mi abuela y yo. Era incluso más acogedora cuando mi abuelo vivía, su nombre era Alonzo. Él y mi abuela vivían en esa casa, eran un matrimonio feliz y estable. Solía visitarlos seguido. Cuando era pequeña mi abuelo me contaba historias de cuando era joven y el y mi abuela me cuidaban cuando mis padres estaban muy ocupados.

Él era un hombre honesto, trabajador y elegante. Conoció a mi abuela, Tamara cuando eran jóvenes, a sus 20 años, se casaron al poco tiempo, ambos trabajaban y en esos primeros años de matrimonio tuvieron a mi madre y a mi tía Katya.

Todos en mi familia decían que la persona que más quería mi abuelo era yo y esa es una de las pocas cosas que le creo a mi familia.

Mi abuelo murió cuando yo tenía 17 años, era la primera vez que alguien cercano a mi moría, no sabía cómo manejarlo y nunca se me dio herramientas para eso.

Recuerdo el día de su funeral, el salón velatorio estaba lleno. Amigos, familia, conocidos, la familia era mi problema. No eran especialmente malos ni nada, solo que no soportaba hablar con ellos, especialmente porque no tenía nada que decirles.

Mi familia no tenía grandes secretos, ni rumores escandalosos, nadie realmente se odiaba entre sí, solo tenían vidas comunes, en las que cada quien hablaba ligeramente mal del otro, pero lograban ignorarlo lo suficiente para poder soportarse en las reuniones familiares. Imagino que ese es el amor familiar en el mundo real.

Observé la foto enmarcada de mi abuelo por un momento más y sonreí, pero en ese momento recordé que tenía que llamar a mi padre.

De vuelta en mi cuarto, marque el número de mi papá en mi celular.

La noche anterior escuché que mi madre estaba hablando con mi padre, ella estaba intentando hablar en voz baja para que mi abuela no la escuchara, ambos estaban discutiendo. Una reconciliación se veía lejana. Estaba acostumbrada a esto, enserio, pero escucharlos pelear por dos horas, desde el minuto uno, me causaba demasiado estrés, tanto que sentía la necesidad de golpear mi cabeza contra la pared o de lanzarme por la ventana.

Era como tener una roca en el cerebro.

Así no esperaba una conversación muy amable:

—hola. —respondió mi padre.

—hola pa, ¿Cómo estás?

—hola hija, ¿Qué estás haciendo?

—nada en especial, iré a la universidad más tarde —le avise.

—ok, pequeña te vas a cuidar...

Hubo un silencio en ese momento, ninguno de los dos dijo nada, en esa época era más difícil que nunca hablar con mi padre.

—y emmm...como has estado pa ¿está todo bien? —pregunte.

—bien no más, hija, todo es muy diferente cuando no están tú y tu mamá. —podía escuchar la sinceridad en su voz.

—sí, yo también extraño eso, la casa, mi habitación, mis cosas —me queje a mi padre, en ese momento, hubo un silencio, esperé a que diga algo, que diga que podía volver a casa si quería, pero la respuesta que conseguí fue esta:

—las cosas están complicadas, pequeña, en especial con tu mamá, pero puedes pasar a cualquier rato si necesitas algo de tu cuarto. —hablo mi padre, voltee los ojos, sabía que estaba esperando demasiado.

—bueno pa, gracias a ver si voy —respondí fríamente.

La conversación no se alargó más después de eso. Decidí no pensar mucho en ello y preferí concentrarme en escoger mi atuendo para ir a la universidad ese día. Escogí una blusa blanca básica, jeans, y encima una capucha verde militar. Sencillo, al igual que mi maquillaje, use sombra verde, base y nada de labial.

Complicated Lessons 2 -Cherry Flavour CigarettesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora