Capítulo 8: repartiendo trabajos

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Establecemos habitaciones compartidas para todo el mundo, algunos van a la de invitados, otros se que quedan en el salón y nosotros, los jóvenes, nos quedamos en mi habitación ya que es grande. Establecemos que Ashlee y yo dormiremos en la cama ya que ya nos conocemos y los dos otros chicos en el sofá e iremos cambiando, nadie replica la idea. Una vez instalados vajamos al comedor para comer, hay comida envasada y se comparte una lata entre dos personas, yo la comparto con Ashlee.
- Rick, tendremos que ir a buscar comida por algún sitio. - Comenta papá.
- Es verdad pero la tienda en la que estuvimos el otro día está en Times Square y por si no lo recuerdas está repleto de muertos. - Replica Rick.
- Yo se de un sitio. - Dice un hombre que desconozco que está situado a un final de la mesa.
- ¿Cual? ¿Por cierto tu nombre es? - Dice mi padre.
- Soy Rayan, está a unas pocas calles de aquí. Conozco al dueño y se donde guarda las llaves de la puerta principal. - Responde Rayan.
- Vale entonces hoy aseguraremos el perímetro y tres personas junto a Jack montareis el puesto de francotirador en el tejado. Mañana iremos en la tienda de tu amigo, Rayan.
- Entonces perfecto! Tendré tres ayudantes! - Exclama el carpintero, que supuestamente es Jack.
En el resto de la comida nadie comenta nada. Una vez acabamos papá nombra a un hombre y dos mujeres para que ayuden a Jack, los otros se van a fuera a proteger la calle.
Ashlee yo y los otros dos chicos subimos a la habitación, una vez hemos entrado todos cierro la puerta y invito a los dos chicos a sentarse.
- Bueno! ¿Como os llamáis? - Pregunto yo interesado.
- Yo soy Wendy. - Dice la chica rubia de ojos morenos que está sentada al lado del otro individuo, es un poco flaca, pero está formada.
- Y yo Ethan. - El chico es de pelo moreno como sus ojos, de estatura alta con unos bíceps marcados. Tiene pintas de que era el chulo de la clase, i que lo sigue siendo, pero no le recomiendo serlo.
- Y entonces cual es tu historia? - Digo para romper el hielo.
- La peor uno uno puede escuchar... Por si hay dudas no, no tengo familia. Esos indeseables me la arrebataron. - Nos explica ella.
- ¿Quien, los muertos? - Pregunta Ashlee.
- Una parte... La otra fueron ellos, los que se hacen llamar "los guardianes". - Responde temblorosa.
- Lo siento... Nosotros también hemos tenido mas que alguna perdida. - Le consuela Ashlee.
- Ahora todos tenemos perdidas. - Digo secamente.
Ethan permanece callado, quizás no es el tipo de persona que me esperaba, quizás es una buena persona con pintas de chulo...
Todos vamos sucios así que decidimos que nos tenemos que duchar, primero ba Wendy, después Ethan, yo y por último Ashlee. Como Ashlee y yo somos los últimos decidimos ir al patio a tomar el aire. Bajamos las escaleras y salimos afuera, nos situamos detrás de un arbusto y nos sentamos en el suelo. Noto como la hierba me roza las piernas y me aguanto con las manos hacia atrás.
- ¿A que venía eso de que nosotros también? ¿Que te pasó a ti Ashlee? - Pregunto seriamente.
- ¿Tu nos has visto a mis padres, no? Están muertos, formaban parte de un grupo de ayuda de emergencia y cuando intentaban curar a un paciente infectado los mordieron... - Le caen unas lagrimas i jeme. - Yo los mate, no quería... - Empieza a llorar desconsoladamente y yo la abrazo, noto su cuerpo que choca contra el mío. Le digo que ya pasó, como si fuera un niño pequeño, la abrazo con fuerza. Alzo su cabeza delicadamente y choco mi frente contra la suya, nuestros labios los dividen unos pocos milímetros, tuerzo un poco el cuello y la beso. Es intenso, fuerte y amoroso. Ella me sigue el beso y noto como sus labios están calientes como el fuego, es eterno, me gusta. Oímos un grito, nos separamos y nos cruzamos las miradas, nos levantamos y corremos adentro la casa. Viene de al piso de arriba, de mi habitación, nos dirigimos a ella y veo que está Wendy en toalla y Ethan se está acercando a ella, no me equivocaba en lo que pensaba, es un cabrón chulo. Cuando Ethan está a unos centímetros de ella, alarga la mano ella le mete una bofetada en la cara y Ethan se la toca, a continuación Wendy alca la rodilla y le mete un rodillazo en los genitales. Ethan cae al suelo desconsolado y Wendy lo tira afuera el baño, a continuación, cierra la puerta. Me dirijo a Ethan y lo levanto del suelo bruscamente.
- ¿Tú que te has creído cabrón? - Le digo gritando.
- Lo siento, no era mi intención. - Responde el preocupado.
- Como le vuelvas a hacer algún daño o hacer algo en contra de alguien te juro que te mato. - Le sigo gritando mientras el hace cara de preocupación, creo que es falsa.
Se levanta del suelo y asiente, a continuación se sienta en el sofá y se queda en silencio. Al cabo de unos minutos sale Wendy del baño, con los mismos shorts de tiro alto y camiseta rosa corta que llevaba antes. Dejo a Ashlee que se duche antes, Wendy se va a bajo y Ethan la sigue, yo me dirijo a mi cómoda y abro un cajón, saco unos pantalones cortos y una camiseta blanca con un dibujo raro en el medio y las dejo encima de la cama junto a unos calcetines y unos bóxers. Al cabo de media hora sale Ashlee de la ducha con la toalla y coge la ropa que ay encima de la cómoda, es la que llevaba el día que la conocí. Entro en la ducha, me quito la camiseta, compruebo que tengo una pequeña cicatriz que me hice con la alambrada, sigo con los pantalones que los tiro en suelo, me quito los bóxers y los calcetines y entro en la ducha, el agua me resbala principalmente por la cara y sigue por el cuerpo entero asta los pies, estoy completamente mojado con esa caliente agua, entonces me pregunto, ¿cuanto durará?
Al cavo de media hora salgo de la ducha, me visto y salgo del baño. Ashlee está estirada en la cama, no ay nadie en la habitación salvo ella, me tumbo encima suyo...
El cristal de la ventana se rompe y a continuación oigo un gran estruendo que me retumba dentro de la cabeza, me tapo los oídos y me caigo a un lado de la cama, noto un gran escozor en la espalda, me giro a un lado y veo un agujero en la pared. Ashlee me tira al suelo y nos refugiamos detrás de la cama, oigo otro disparo, le da a la cama. Reviso la habitación para ver si hay algún arma para combatir o al menos distraer al que nos dispara, no hay ninguna, la pistola y el arco los dejé abajo y Ashlee hizo lo mismo.
- A la de tres iré a la puerta, después irás tú. - Me ordena ella.
- 1... 2... 3! - Ashlee corre ágilmente hacia la puerta y no recibe ningún daño.
- Ahora voy yo. - Digo flojo.
Empiezo a correr hacia la puerta cuando siento un gran dolor seguido de un estruendo, caigo en el pasadizo de morros y me agarro con fuerza la barriga, al levantar las manos las tengo repletas de sangre, el dolor es incomprensible, noto como la fría bala está dentro de mi estómago, pero a la vez escuece como el fuego.

- Nos han encontrado, los guarienes, nos han encontrado. - Dice Ashlee preocupada.

DIE TO REVIVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora