Prólogo:

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Estoy sentado, veo que se hecerca una de esas cosas raras y estrafalárias.
- Me levanto, hempiezo a correr descontroladamente -temo-
De pronto me doy cuenta de que no sirve de nada, que es totalmente inecesário. Simplemente podría parar, respirar y morir. Entonces paro, respiro y pienso. No puedo, tengo una mínima família, un grupo al que protejer y una vida que mantener-la mia-

Llego al campamento. Se me hacerca Clark:
-Donde estabas Mike.
-Nada... Solo me fuí a pasear. - Soplo exageradamente.
-¿Mike, eres consciente de que son esas cosas?- Me dice con cara de preocupación.
- Se mucho mas de lo que crees sobre esas cosas. Tú no sabes nada- Estas últimas palabras las digo con voz forzada.
Ella me mira con mala cara. Se gira bruscamente y se marcha entrando en una pequeña casa situada a unos metros. Pienso en ella, un chica pálida con cabello castaño, sin imperfecciones y con unas grandes gafas. Antes de todo, no la conocía pero seguro que debía ser la típica niña repelente de la clase que siempre estaba haciéndole la pelota al profesor.
Me doy un voltio por el campamento y compruebo que está todo el mundo, todos trabajan y cuando paso por delante suyo se giran y me sonríen, me extraña, nunca he hecho nada por la mayoría de ellos. Será por mi padre. Que es el que dirige todo el grupo, es fuerte, muy fuerte. En todos los sentidos que aporta esta palabra.

Escucho un ruido, viene de la valla. Me giro y corro hacia ella, esa cosa, la misma que la del bosque. Está ahí dando golpes contra la valla. Sin pensármelo dos veces, cojo mi cuchillo y se lo clavo en la entre ceja. Es la única manera de matarlos, reventarles el cerebro.
Esas cosas son...
Zombis

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