Capítulo 5: La Chica

83 22 0
                                    

Despierto de un profundo sueño de terrores con turbulencias, hago un escaso grito seco y respiro nervioso. Miro la ventana y veo que empieza a salir el sol. Me levanto y me empiezo a cambiarme. Una vez cambiado me vuelvo a estirar en el colchón, cansado. Comprendo que en este mundo, tal y como es ahora, no se puede parar, ni para dormir.
Bajo las escaleras y me dirijo a la cocina a oscuras, arrastrando mis piernas por el suelo, como un muerto. Me dirijo a la cocina, está vacía, abro la nevera y la luz que produce me deslumbra, cierro los ojos con fuerza y al cavo de unos segundos los vuelvo a abrir. Cojo la leche y a continuación abro un armario que está enganchado en el techo, cojo una magdalena de el y un vaso. Me siento en la barra de la cocina y dejo caer la leche dentro del vaso, a continuación le pego un mordisco a la magdalena y bebo un poco de leche. Repito la misma acción hasta que se me acaba la comida. Supongo que papá y los otros deben de haber marchado ya a la armería así que me dirijo afuera de la casa. Abro la puerta lentamente y veo a mamá que corre hacia la casa y a la abuela que dispara temblorosa a los muertos. Rápidamente voy a buscar mi arco que está tirado en el sofá y también recojo la carcaza de las flechas. Salgo a fuera de la casa y atravieso la valla del patito, corro por la calle y veo como mi madre cae al suelo, la abuela se pone por delante suyo para evitar que los muertos lleguen asta ella. Cuando estoy a unos metros de mamá me paro y me pongo de lado, cargo una flecha y se la disparo a un muerto que tal cae en cuando la flecha le atraviesa la cabeza. Me giro hacia la abuela y veo que ya tiene los muertos encima, ella se dirige hacia ellos y los empuja, en cuanto hace eso echa un llanto y yo me dirijo a ella, saco mi pistola de el pantalón y empiezo a disparar a diestro y siniestro ferozmente mientras saco aparto a mi abuela de los muertos. Mi madre ya está levantada y veo que tiene un palo de hierro clavado en la pierna. La abuela echa llantos y tiene el brazo sangrando. Ayudo a las dos mujeres a avanzar por la clle mientras los muertos se acercan. Llegamos a la puerta y dejo caer a mi madre levemente en el suelo, corro hacia la puerta y la cierro, la electricidad está desactivada, hago fuerza para que no puedan entrar y pongo el candado. Me dirijo a la batería y la enciendo, no escucho nada, solo a los muertos y a mi propia respiración agitada. Le doy mi arma am mamá y le ordeno que dispare a los muertos, des del suelo.

Voy a la parte trasera de la casa y salto el muro, me corto todas las partes del cuerpo por culpa del alambre del muro, caigo a la calle y corro hacia al primer coche que veo, abro el capó y empiezo a buscar la batería. Oigo a un muerto que se me acerca por detrás y me giro, me salta encima y lo aguanto por el cuello, el cual sangra a chorros, me cae en la cara y noto que también le sangra todo el cuerpo. Noto que tengo todo el cuerpo húmedo, de sangre. Me lo quito de encima y lo tiro al suelo, le cojo de los pocos pelos que le quedan a la cabeza y le doy golpes contra el suelo con furia. Está muerto y siento que yo también, por dentro. Me fijo en el coche y encuentro la batería, le saco la batería como había visto que hacia Alan y corro hacia el muro, lo salto y noto como me clavo un saliente del cable en el muslo, me duele, me sangra. Me dirijo a donde estaba la otra batería y desengancho los cables de la antigua batería y los engancho en la nueva. Pulso el botón de encendido y escucho el ruido de la electricidad fluyendo.
Escucho un grito, es una chica. Me giro y entro dentro de la casa, recojo un revolver bastante grande y me dirijo hacia donde había venido el grito detrás de la casa. Vuelvo a saltar el muro y me vuelvo a cortar esta vez me hace un corte en la camiseta y se me ve un poco la barriga.
Corro hacia el borde de la carretera y veo a una chica que está en el río, mojada. Tiene unos 15 muertos detrás que la persiguen y ella corre con todas sus fuerzas, yo salto la valla y corro barranco abajo, llego a ella y disparo a los muertos, ella alza la vista y logro verle le cara. Tiene los ojos oscuros y pelo castaño y liso, unos labios estrechos y bonitos y una cara sin imperfecciones, tiene un cuerpo con curvas y está delgada, no excesivamente corre hacia mi, se detiene delante mío.
- No necesito tu ayuda, estoy bien! - Dice con una voz serena.
- Creo que esas cosas no se van a morir solas, y no te veo con un arma para contra atacarlos. - Le replico yo.
- Entonces donde te quieres esconder, chico? - Pregunta ella.
- Me llamo Mike y tengo una casa segura y protegida. - Le explico.
Ella asiente, me empiezo a mover con agilidad por la pendiente y llegamos al muro, se acercan muertos por todos lados. La ayudo a subir el muro agarrándola de la cadera, entonces subo yo me corto un poco la pierna y otras extremidades. La miro y veo que se le a cortado la camiseta dejando al descubierto su delgada barriga, ella se arranca con fuerza la parte que le cuelga.
Nos dirigimos hacia la entrada donde está la abuela, cansada e horrorizada, curando a mamá.
- Quien es esta chica Mike? - Pregunta mamá después de echar un llanto de dolor.
- Me la e encontrado en el río, necesitaba ayuda. Se puede quedar? - Insisto.
- Vale. - Echa un resoplo, no le gusta.
Subimos a mi habitación y le ofrezco ropa limpia, es de cuando yo era mas pequeño así que supongo que le irá un poco pequeña. Ella entra en el baño y se cambia de ropa. Cuando sale compruebo que la ropa le va on poco pequeña, la camiseta le va como un top y los pantalones tan cortos que se le ven un poco las nalgas. Extiende la ropa sobrante en la ventana, para que se seque. No hacemos nada en las pocas horas asta que llega la noche, mamá nos llama para ir a comer y nosotros bajamos. Es una cena silenciosa y rápida, cuando acabamos nos vamos a la habitación.
- Yo ya dormiré en mi sofá. - Le digo a ella.
- Vale, gracias. - Hace cara de agradecida.
Nos tumbamos los dos a la vez y veo como ella se duerme rápidamente. Esta noche hace mucho calor así que ninguno de los dos se tapa con la manta.
La contemplo, es bella. Me duermo.

DIE TO REVIVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora